Löydetty 179 Tulokset: cuenta

  • "Vosotros no sabéis nada; no os dais cuenta de que nos conviene que muera un solo hombre por el pueblo antes que perezca la nación entera". (Juan 11, 50)

  • porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me ha enviado me ha ordenado lo que tengo que decir y enseñar, (Juan 12, 49)

  • ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre en mí? Las palabras que os digo no las digo por mi propia cuenta; el Padre, que está en mí, es el que realiza sus propias obras. (Juan 14, 10)

  • Cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará a la verdad completa. Pues no os hablará por su cuenta, sino que os dirá lo que ha oído y os anunciará las cosas venideras. (Juan 16, 13)

  • Jesús se dio cuenta de que le querían preguntar algo, y les dijo: "Andáis discutiendo sobre lo que acabo de decir: Un poco, y no me veréis; y otro poco, y me veréis. (Juan 16, 19)

  • Y puesto de rodillas, gritó con fuerte voz: "Señor, no les tengas en cuenta este pecado". Y diciendo esto, expiró. Saulo aprobaba este asesinato. (Hechos 7, 60)

  • Entonces Pedro, dándose cuenta de lo que pasaba, dijo: "Ahora sé realmente que el Señor ha enviado su ángel y me ha arrancado de la mano de Herodes y de todo lo que esperaba el pueblo judío". (Hechos 12, 11)

  • Pero ellos se dieron cuenta y huyeron a las ciudades de Licaonia, Listra y Derbe y sus alrededores, (Hechos 14, 6)

  • Pero cuando se dieron cuenta de que era judío, todos a una gritaron por espacio de casi dos horas: "¡Grande es la Diana de los efesios!". (Hechos 19, 34)

  • Al instante los que iban a torturarlo para hacerlo hablar se fueron. Y el comandante tuvo miedo, al darse cuenta de que era romano y que lo había encadenado. (Hechos 22, 29)

  • ¿O es que desprecias la grandeza de su bondad, de su paciencia y de su generosidad, y no te das cuenta de que la bondad de Dios te empuja al arrepentimiento? (Romanos 2, 4)

  • en cambio, al que no trabaja, pero cree en el que justifica al culpable, su fe se le cuenta como justicia. (Romanos 4, 5)


“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina