Löydetty 108 Tulokset: conocer

  • Sara se echó a reír, pensando para sí: "¿Después de haber envejecido he de conocer el placer, siendo también mi marido viejo?". (Génesis 18, 12)

  • José no podía ya contenerse delante de todos los presentes y gritó: "Salid todos de mi presencia". Y no quedó nadie con él cuando se dio a conocer a sus hermanos. (Génesis 45, 1)

  • yo me aparecí a Abrahán, a Isaac y Jacob, como todopoderoso, pero no me di a conocer a ellos bajo mi nombre de Señor. (Exodo 6, 3)

  • Cuando tienen pleitos vienen a mí, y yo juzgo entre el uno y el otro, y les doy a conocer los mandatos y las leyes de Dios". (Exodo 18, 16)

  • Moisés dijo al Señor: "Bien, tú me dices: Conduce a este pueblo, pero no me has dado a conocer a quién mandarás conmigo. Y, no obstante, me has dicho: Yo te conozco por tu nombre, tú has hallado gracia a mis ojos. (Exodo 33, 12)

  • Pero si de verdad he hallado gracia a tus ojos, dame a conocer tu camino, para que yo te conozca; así hallaré gracia a tus ojos. Considera que este pueblo es tu pueblo". (Exodo 33, 13)

  • El Señor les dijo: "Escuchad mis palabras: Cuando hay entre vosotros un profeta del Señor, yo me doy a conocer a él en visión y le hablo en sueños. (Números 12, 6)

  • Luego dijo a Coré y a todos sus secuaces: "Mañana dará a conocer el Señor quién le pertenece y quién le está consagrado, y lo acercará a él; aquellos a quienes mande acercarse, ésos serán los elegidos. (Números 16, 5)

  • Balaán dijo a Balac: "Quédate aquí, junto a tu holocausto, mientras yo voy a ver si el Señor sale a mi encuentro; lo que me dé a conocer, eso te diré". Se fue hacia un monte desnudo, (Números 23, 3)

  • si el padre, al conocer el voto o la obligación contraída, no dice nada, todos sus votos son válidos, lo mismo que todas las obligaciones que haya contraído. (Números 30, 5)

  • Acuérdate del camino que el Señor te ha hecho andar durante cuarenta años a través del desierto con el fin de humillarte, probarte y conocer los sentimientos de tu corazón y ver si guardabas o no sus mandamientos. (Deuteronomio 8, 2)

  • Y si piensas: ¿Cómo puedo conocer yo la palabra que no ha dicho el Señor? (Deuteronomio 18, 21)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina