Löydetty 235 Tulokset: comer
Uno de los cestos contenía higos muy buenos, como lo son los tempranos; el otro tenía higos muy malos, tan malos que no se podían comer. (Jeremías 24, 2)
Y me dijo: "¿Qué ves, Jeremías?". Respondí: "Higos: los buenos son excelentes; los malos son tan malos que no se pueden comer". (Jeremías 24, 3)
Esto dice el Señor todopoderoso: Yo voy a mandar contra ellos la espada, el hambre y la peste; los convertiré en higos malos, que de malos no se puedan comer. (Jeremías 29, 17)
que llegáramos a comer uno la carne de su propio hijo, otro la carne de su propia hija. (Baruc 2, 3)
Toma trigo, cebada, habas, lentejas, mijo y espelta; ponlos en un recipiente y haz con ello tu pan para comer durante el número de días que estés acostado del lado izquierdo, esto es, ciento noventa días. (Ezequiel 4, 9)
Pero el príncipe podrá sentarse en ella para comer delante del Señor; entrará por el vestíbulo de la puerta y por el mismo saldrá". (Ezequiel 44, 3)
La sentencia contra Nabucodonosor se ejecutó inmediatamente: fue expulsado de la sociedad humana, comenzó a comer hierba como los bueyes y su cuerpo fue bañado por el rocío del cielo hasta que sus cabellos llegaron a crecerle como las plumas del águila y las uñas como las de las aves. (Daniel 4, 30)
Fue expulsado de la sociedad de los hombres; su corazón fue hecho semejante al de las bestias y fue a convivir con los asnos salvajes; se le dio de comer hierba como a los toros, y su cuerpo se humedeció con rocío del cielo, hasta que reconoció que el Dios altísimo tiene poder sobre el imperio de los hombres y pone en él a quien quiere. (Daniel 5, 21)
Un día se dijeron el uno al otro: "Vamos a casa, que es hora de comer". Al salir, se separaron. (Daniel 13, 13)
Luego se levantó y se puso a comer, mientras el ángel del Señor volvía a llevar a Habacuc a su lugar. (Daniel 14, 39)
Con cuerdas de cariño los atraía, con lazos de amor; fui para él como quien alza a un niño sobre su propio cuello y se inclina hacia él para darle de comer. (Oseas 11, 4)
Terminaban ellas de comer la hierba de la tierra, cuando yo dije: "¡Señor Dios, perdona, te ruego! ¿Cómo podrá subsistir Jacob, siendo tan pequeño?". (Amós 7, 2)