Löydetty 222 Tulokset: capítulo 12 de josué

  • Josué pronunció este juramento delante del Señor: "Maldito el hombre que venga a edificar esta ciudad. Pondrá los cimientos sobre su primogénito, y sobre su hijo menor levantará las puertas". (Josué 6, 26)

  • El Señor estuvo con Josué, y su fama se extendió por toda la tierra. (Josué 6, 27)

  • Entonces Josué mandó desde Jericó hasta Ay, que está al oriente de Betel, hombres con esta consigna: "Subid a explorar la tierra". Y ellos subieron y exploraron Ay. (Josué 7, 2)

  • Al volver, dijeron a Josué: "No es necesario que suba todo el pueblo; que suban unos dos o tres mil hombres para tomar Ay. No hace falta que vaya todo el pueblo, pues ellos son pocos". (Josué 7, 3)

  • Josué rasgó sus vestiduras y se postró rostro en tierra delante del arca del Señor hasta la tarde, y con él los ancianos de Israel; todos se echaron polvo sobre sus cabezas. (Josué 7, 6)

  • Y Josué exclamó: "Señor, ¿por qué has hecho pasar el Jordán a este pueblo, si es para entregarlo en manos del amorreo y destruirnos? ¡Ojalá nos hubiéramos quedado al otro lado del Jordán! (Josué 7, 7)

  • Josué se levantó de madrugada, hizo avanzar a Israel por tribus, y fue señalada por suerte la tribu de Judá. (Josué 7, 16)

  • Josué hizo acercarse a la familia de Zabdí por individuos, y fue señalado por suerte Acán, hijo de Carmí, hijo de Zabdí, hijo de Zéraj, de la tribu de Judá. (Josué 7, 18)

  • Josué dijo a Acán: "Hijo mío, da gloria al Señor, Dios de Israel, y ríndele homenaje. Dime lo que has hecho, y no me ocultes nada". (Josué 7, 19)

  • Acán respondió a Josué: "Es cierto, he pecado contra el Señor, Dios de Israel. He hecho esto y esto. (Josué 7, 20)

  • Entonces Josué envió unos mensajeros, que fueron corriendo hacia la tienda y encontraron lo que en ella estaba escondido, y el dinero debajo. (Josué 7, 22)

  • Lo recogieron, lo llevaron a Josué y a los ancianos de Israel, y lo depositaron ante el Señor. (Josué 7, 23)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina