Löydetty 998 Tulokset: batalla de jerusalén

  • Pero el levita no quiso pasar allí la noche. Se levantó y se fue. Avistaron a Jebús, o sea, Jerusalén. Llevaba los dos asnos cargados, la concubina y el criado. (Jueces 19, 10)

  • para luchar contra Benjamín, colocándose en orden de batalla contra ellos. (Jueces 20, 20)

  • Entonces los israelitas se hicieron fuertes y volvieron a presentar batalla en el mismo lugar del día anterior. (Jueces 20, 23)

  • al tercer día marcharon contra los de Benjamín y se pusieron en orden de batalla frente a Guibeá, como las otras veces. (Jueces 20, 30)

  • Entonces, mientras los israelitas se movieron de su puesto y se pusieron en orden de batalla en Baal Tamar, la emboscada de Israel surgió de su puesto al poniente de Guibeá. (Jueces 20, 33)

  • Los israelitas volvieron la espalda en el combate. Benjamín había matado a unos treinta hombres de Israel y se decía: "Están vencidos ante nosotros, como en la batalla anterior". (Jueces 20, 39)

  • Los filisteos se pusieron en orden de batalla. El combate fue duro, e Israel fue derrotado por los filisteos; cayeron en el campo de batalla cerca de cuarenta mil hombres. (I Samuel 4, 2)

  • Así el Señor salvó aquel día a Israel. La batalla se extendió hasta Bejorón. (I Samuel 14, 23)

  • Saúl y los israelitas se reunieron también, acamparon en el valle del Terebinto y se pusieron en orden de batalla frente a los filisteos. (I Samuel 17, 2)

  • Se detuvo y gritó a las filas de Israel: "¿Por qué habéis salido para poneros en orden de batalla? ¿No soy yo filisteo y vosotros servidores de Saúl? Escoged vosotros un hombre para que venga a luchar conmigo. (I Samuel 17, 8)

  • Los israelitas y los filisteos se dispusieron en orden de batalla, ejército contra ejército. (I Samuel 17, 21)

  • Eliab, su hermano mayor, oyó a David hablar con la gente, montó en cólera y le dijo: "¿Por qué has venido aquí? ¿A quién has dejado aquel pequeño rebaño en el desierto? Conozco bien tu orgullo y la malicia de tu corazón. Has venido sólo para ver la batalla". (I Samuel 17, 28)


“Todas as graças que pedimos no nome de Jesus são concedidas pelo Pai eterno.” São Padre Pio de Pietrelcina