Löydetty 476 Tulokset: aun

  • Lo repito: Nadie me tome por loco; y si no, aunque sea como loco, recibidme para que presuma también yo un poco. (II Corintios 11, 16)

  • ¿Hay que seguir presumiendo? Aunque no está bien, hablaré de las visiones y revelaciones del Señor. (II Corintios 12, 1)

  • He hecho el tonto, pero vosotros me obligasteis. Pues debíais alabarme, ya que en nada les fui en zaga a los más eximios apóstoles, aunque nada soy. (II Corintios 12, 11)

  • Yo gastaré lo que tenga y me desgastaré yo mismo por vosotros, aunque, amándoos yo tanto a vosotros, vosotros me améis menos a mí. (II Corintios 12, 15)

  • Pedimos a Dios que no hagáis ningún mal; no para demostrar que yo he aprobado, sino para que practiquéis el bien, aunque yo quede descalificado. (II Corintios 13, 7)

  • Quiero decir esto: Mientras el heredero es niño en nada se diferencia de un esclavo, aunque sea el dueño de todo. (Gálatas 4, 1)

  • y aunque mi enfermedad fue para vosotros una prueba, no me despreciasteis ni me rechazasteis, sino que me acogisteis como a un ángel de Dios, como a Cristo Jesús. (Gálatas 4, 14)

  • Y aunque tuviera que derramar mi sangre como libación sobre el sacrificio y la ofrenda de vuestra fe, me gozo y congratulo con todos vosotros. (Filipenses 2, 17)

  • aunque yo sí podría confiar en lo humano; pues si alguno cree poder confiar en lo humano, más podría yo. (Filipenses 3, 4)

  • más aún, todo lo tengo por pérdida ante el sublime conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por quien he sacrificado todas las cosas, y las tengo por basura con tal de ganar a Cristo (Filipenses 3, 8)

  • Pues, aunque corporalmente me hallo ausente, en espíritu me encuentro en vuestra compañía, complaciéndome al ver la disposición inquebrantable de vuestra fe en Cristo. (Colosenses 2, 5)

  • Y vosotros habéis seguido mi ejemplo y el del Señor, recibiendo la predicación con el gozo del Espíritu Santo aun en medio de grandes tribulaciones, (I Tesalonicenses 1, 6)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina