Löydetty 81 Tulokset: aman
Amán pudo comprobar que, a su paso, Mardoqueo ni se arrodillaba ni se postraba, y se llenó de ira. (Ester 3, 5)
En el mes primero, el de nisán, en el año duodécimo del rey Asuero, se echó delante de Amán pur, es decir, suerte, para determinar el día y el mes, y salió el día trece del duodécimo mes, el de adar. (Ester 3, 7)
Amán dijo al rey Asuero: "En medio de las incontables gentes de tu reino y por todas las provincias hay esparcido y diseminado un pueblo, separado de los demás, que tiene leyes diferentes y no cumple las órdenes del rey. Los intereses del reino no permiten tolerarlo. (Ester 3, 8)
Asuero se quitó el anillo, se lo dio a Amán, hijo de Hamdatá, el de Agag, perseguidor de los judíos, (Ester 3, 10)
Mardoqueo le contó lo que pasaba y la cantidad que Amán había ofrecido entregar al tesoro del rey después de la destrucción de los judíos. (Ester 4, 7)
Ester dijo: "Si agrada al rey, asista hoy con Amán al banquete que le he preparado". (Ester 5, 4)
El rey dijo: "Avisad rápidamente a Amán, para complacer a Ester". Y el rey y Amán asistieron al banquete que les había preparado Ester. (Ester 5, 5)
Si el rey quiere agradarme y concederme lo que pido y atender mi deseo, que vuelva mañana con Amán al banquete que prepararé, y daré mi respuesta al rey". (Ester 5, 8)
Aquel día Amán salió satisfecho y gozoso, pero cuando vio a Mardoqueo sentado delante de la puerta real y que ni siquiera se había levantado ni movido en su presencia, se enfureció contra él. (Ester 5, 9)
Su mujer, Zeres, y sus amigos le respondieron: "Manda preparar un patíbulo de veinticinco metros de altura, y mañana por la mañana propón al rey que se cuelgue en él a Mardoqueo, y así irás contento con el rey al banquete". Agradó la propuesta a Amán, y ordenó que se preparase el patíbulo. (Ester 5, 14)
El rey prosiguió: "¿Quién está en el patio?". (En aquel momento acababa de entrar Amán en el patio exterior de palacio para pedir al rey que se colgase a Mardoqueo en el patíbulo que él había preparado). (Ester 6, 4)
Le respondieron: "Es Amán, que espera en el patio". El rey dijo: "Que entre". (Ester 6, 5)