Löydetty 366 Tulokset: altar de oro

  • Lo presentará al sacerdote, que tomará un puñado como memorial y lo quemará en el altar sobre las ofrendas quemadas en honor del Señor. Es un sacrificio por el pecado. (Levítico 5, 12)

  • "Da estas prescripciones a Aarón y a sus hijos: Éste será el ritual del holocausto: el holocausto arderá sobre el brasero del altar toda la noche hasta la mañana, para que el fuego lo consuma: (Levítico 6, 2)

  • el sacerdote, revestido de la túnica y los calzones de lino, quitará la ceniza del fuego que ha consumido el holocausto sobre el altar y la pondrá a un lado del altar. (Levítico 6, 3)

  • El fuego permanecerá siempre encendido sobre el altar, sin apagarse nunca. El sacerdote añadirá cada mañana nueva leña, pondrá encima el holocausto y quemará las grasas de los sacrificios de reconciliación. (Levítico 6, 5)

  • El fuego debe permanecer siempre encendido sobre el altar, sin apagarse nunca". (Levítico 6, 6)

  • "Éste será el ritual de la ofrenda: los hijos de Aarón la presentarán al Señor delante del altar. (Levítico 6, 7)

  • Uno de ellos tomará un puñado de flor de harina, con el aceite correspondiente y con todo el incienso, y lo quemará sobre el altar: memorial y perfume agradable al Señor. (Levítico 6, 8)

  • La víctima será inmolada en el lugar donde se inmolan los holocaustos, y la sangre será derramada en torno del altar. (Levítico 7, 2)

  • El sacerdote lo quemará sobre el altar: es una ofrenda quemada en honor del Señor. Es un sacrificio de reparación. (Levítico 7, 5)

  • El sacerdote quemará las grasas sobre el altar, y el pecho será para Aarón y sus hijos. (Levítico 7, 31)

  • Hizo luego siete aspersiones sobre el altar, lo ungió y lo consagró con todos sus utensilios, la pila y su base. (Levítico 8, 11)

  • Moisés lo inmoló y, mojando sus dedos en la sangre, untó con ella los cuernos del altar todo alrededor y lo purificó. Luego derramó la sangre al pie del altar y lo consagró haciendo sobre él el rito de absolución. (Levítico 8, 15)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina