Löydetty 63 Tulokset: alas

  • Cuando se movían los querubines, se movían también a su lado las ruedas; y cuando los querubines alzaban sus alas para elevarse de la tierra, tampoco se apartaban las ruedas de su lado. (Ezequiel 10, 16)

  • Los querubines alzaron sus alas y se elevaron de la tierra ante mi vista, y las ruedas se elevaron también junto a ellos. Fueron a posarse a la entrada de la puerta oriental del templo del Señor, y la gloria del Dios de Israel estaba en alto por encima de ellos. (Ezequiel 10, 19)

  • Tenían cada uno cuatro caras y cuatro alas, y bajo las alas algo que parecían manos humanas. (Ezequiel 10, 21)

  • Los querubines alzaron entonces sus alas y las ruedas se pusieron en movimiento al mismo tiempo que ellos, mientras la gloria del Dios de Israel estaba sobre ellos, en lo alto. (Ezequiel 11, 22)

  • Les dirás: Esto dice el Señor: El águila grande, de las grandes alas, de enormes plumas, de espeso plumaje abigarrado, vino al Líbano y cortó la copa de un cedro; (Ezequiel 17, 3)

  • Había también otra águila grande, de largas alas y espeso plumaje. Y he aquí que esta vid tendió sus raíces hacia ella, hacia ella alargó sus sarmientos, para que la regase más que la tierra donde estaba plantada. (Ezequiel 17, 7)

  • La primera era como un león con alas de águila. Vi que le arrancaron las alas, la levantaron de la tierra y la incorporaron como un hombre y le dieron un corazón humano. (Daniel 7, 4)

  • Después vi otra bestia, como un leopardo, con cuatro alas de ave en su dorso; tenía también cuatro cabezas y le fue dado el poder. (Daniel 7, 6)

  • El viento los envolverá en sus alas y se avergonzarán de sus altares. (Oseas 4, 19)

  • Levanté mis ojos y tuve otra visión. Vi dos mujeres. El viento soplaba en sus alas; sus alas eran como alas de cigüeña, y levantaron la medida entre la tierra y el cielo. (Zacarías 5, 9)

  • "¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos como la gallina reúne a sus polluelos debajo de las alas y no has querido! (Mateo 23, 37)

  • "¡Jerusalén, Jerusalén!, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados. ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos como una gallina a sus polluelos bajo las alas, y no has querido! (Lucas 13, 34)


“Que o Espírito Santo guie a sua inteligência, faça-o descobrir a verdade escondida na Sagrada Escritura e inflame a sua vontade para praticá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina