Löydetty 122 Tulokset: Samuel

  • envió mensajeros para que lo apresasen. Ellos vieron la comunidad de profetas profetizando. Samuel estaba al frente de ellos. Entonces el espíritu del Señor se apoderó de los mensajeros y se pusieron también ellos a profetizar. (I Samuel 19, 20)

  • Entonces fue él mismo a Ramá y, cuando llegó a la cisterna de la era que se encuentra en la colina, preguntó: "¿Dónde están Samuel y David?". Le respondieron: "Están en Nayot de Ramá". (I Samuel 19, 22)

  • Allí se despojó también él de sus vestidos y profetizó en presencia de Samuel; después cayó desnudo en tierra y estuvo así todo el día y toda la noche. De ahí viene el dicho: "¿También Saúl entre los profetas?". (I Samuel 19, 24)

  • Samuel murió, y todo Israel se reunió para llorarle. Le sepultaron en su casa, en Ramá. David se fue al desierto de Maón. (I Samuel 25, 1)

  • Samuel había muerto; todo Israel le había llorado y le habían sepultado en Ramá, su ciudad. Saúl había expulsado del país a los nigromantes y adivinos. (I Samuel 28, 3)

  • Entonces la mujer preguntó: "¿A quién quieres que te evoque?". Él contestó: "Evócame a Samuel". (I Samuel 28, 11)

  • Entonces la mujer vio a Samuel y dio un grito. Le dijo a Saúl: "¿Por qué me has engañado? Tú eres Saúl". (I Samuel 28, 12)

  • Saúl le preguntó: "¿Qué aspecto tiene?". Ella respondió: "Es un anciano que sube envuelto en un manto". Saúl comprendió que era Samuel, inclinándose rostro en tierra se prosternó. (I Samuel 28, 14)

  • Samuel dijo a Saúl: "¿Por qué has turbado mi descanso, evocándome?". Saúl respondió: "Estoy en gran aprieto, los filisteos me hacen la guerra y Dios se ha retirado de mí; no me responde ni por medio de los profetas ni por los sueños. Por eso te he evocado para saber qué hacer". (I Samuel 28, 15)

  • Samuel respondió: "¿Por qué me consultas, si el Señor se ha retirado de ti y se ha hecho tu enemigo? (I Samuel 28, 16)

  • Saúl cayó repentinamente en tierra todo lo largo que era, pues las palabras de Samuel le habían llenado de terror; además le faltaron las fuerzas, porque no había comido nada durante todo el día y toda la noche. (I Samuel 28, 20)

  • (13 )Hijos de Samuel: Joel, el primogénito, y Abías, el segundo. (I Crónicas 6, 28)


“Como é belo esperar!” São Padre Pio de Pietrelcina