Löydetty 228 Tulokset: Piedra viva

  • Acercaos a él, piedra viva, rechazada por los hombres, pero escogida y apreciada por Dios; (I Pedro 2, 4)

  • pues dice la Escritura: Yo pongo en Sión una piedra angular, escogida, preciosa; el que crea en ella no será defraudado. (I Pedro 2, 6)

  • Para vosotros, los creyentes, es piedra de gran valor. Para los incrédulos, en cambio, la piedra que desecharon los constructores se ha convertido en la piedra angular (I Pedro 2, 7)

  • piedra de tropiezo y roca que puede hacer caer. Tropiezan precisamente porque no quieren creer en el evangelio a eso es a lo que estaban destinados (I Pedro 2, 8)

  • Tengo muchas más cosas que escribiros, pero no he querido hacerlo en papel y tinta, pues espero ir pronto a veros y hablaros de viva voz, para que vuestra alegría sea completa. (II Juan 1, 12)

  • Espero verte pronto, y hablaremos de viva voz. (III Juan 1, 14)

  • El que tenga oídos que oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias. Al vencedor le daré el maná escondido y una piedra blanca, y en la piedra escribiré un nombre nuevo, que sólo conoce el que la recibe. (Apocalipsis 2, 17)

  • El que estaba sentado tenía el aspecto de una piedra de jaspe y de sardónica. El trono estaba rodeado de un arco iris, parecido a la esmeralda. (Apocalipsis 4, 3)

  • Los demás hombres que no fueron exterminados por estas plagas no se arrepintieron de las obras de sus manos, ni cesaron de adorar a los demonios y a los ídolos de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, que no podían ni ver, ni oír, ni caminar; (Apocalipsis 9, 20)

  • Después un ángel vigoroso tomó una piedra, como una gran piedra de molino, y la tiró al mar, diciendo: Así, de un golpe, será tirada Babilonia, la gran ciudad, y no se la encontrará jamás. (Apocalipsis 18, 21)

  • con la gloria misma de Dios: su esplendor era como el de una piedra preciosísima, como el jaspe cristalino. (Apocalipsis 21, 11)

  • El ángel me mostró un río de agua viva, transparente como un cristal, que manaba del trono de Dios y del cordero. (Apocalipsis 22, 1)


“O amor nada mais é do que o brilho de Deus nos homens”. São Padre Pio de Pietrelcina