Löydetty 11 Tulokset: Perseguía

  • Entre tanto llegó Barac, que perseguía a Sísara. Yael salió a su encuentro y le dijo: "Ven, y te enseñaré al hombre a quien buscas". Entró con ella. Sísara yacía muerto, con el clavo en la sien. (Jueces 4, 22)

  • yo lo perseguía, lo golpeaba y se la arrancaba de su boca. Si venía contra mí, lo agarraba por el cuello, lo golpeaba y lo mataba. (I Samuel 17, 35)

  • Recordad cómo nuestros padres fueron salvados en el mar Rojo cuando los perseguía el Faraón con su ejército. (I Macabeos 4, 9)

  • Le ordenó acampar frente a Judea, fortificar Cedrón, consolidar sus fuerzas y luchar contra el pueblo. El rey perseguía a Trifón. (I Macabeos 15, 39)

  • Judas los perseguía con furia y ardor, y acuchilló y mató a unos treinta mil de aquellos criminales. (II Macabeos 12, 23)

  • Unas veces la llama se debilitaba, para no consumir los animales enviados contra los malvados y hacerles ver que era la justicia de Dios la que los perseguía. (Sabiduría 16, 18)

  • Todos los que lo escuchaban se quedaban estupefactos y decían: "¿No es éste el que perseguía en Jerusalén a los que invocan ese nombre, y no ha venido aquí para llevarlos encadenados a los sumos sacerdotes?". (Hechos 9, 21)

  • Recorrí las sinagogas y, a fuerza de torturas, los obligaba a renegar. Me ensañé contra ellos de tal modo que los perseguía hasta en las ciudades extranjeras. (Hechos 26, 11)

  • Conocéis mi conducta anterior dentro del judaísmo: con qué crueldad perseguía y trataba de aniquilar a la Iglesia de Dios, (Gálatas 1, 13)

  • Tan sólo oían decir: El que antes nos perseguía, ahora anuncia la fe que trataba de destruir; (Gálatas 1, 23)

  • Pero igual que entonces el nacido de un modo natural perseguía al que nació en virtud del Espíritu, así también ahora. (Gálatas 4, 29)


“Que Maria sempre enfeite sua alma com as flores e o perfume de novas virtudes e coloque a mão materna sobre sua cabeça. Fique sempre e cada vez mais perto de nossa Mãe celeste, pois ela é o mar que deve ser atravessado para se atingir as praias do esplendor eterno no reino do amanhecer.” São Padre Pio de Pietrelcina