Löydetty 18 Tulokset: Hermanas

  • dejaréis con vida a mi padre y a mi madre, a mis hermanos y mis hermanas y a todos los suyos y nos libraréis de la muerte". (Josué 2, 13)

  • Sus hermanas fueron Sarvia y Abigaíl. Hijos de Sarvia: Abisay, Joab y Asael: tres. (I Crónicas 2, 16)

  • Sus hijos solían visitarse mutuamente y celebrar banquetes, cada cual en su día, e invitaban también a sus tres hermanas a comer y beber en su compañía. (Job 1, 4)

  • Todos sus hermanos, hermanas y antiguos conocidos fueron a visitarle; celebraron un banquete con él en su casa, lo compadecieron y consolaron por todo el mal que el Señor había descargado sobre él, y cada uno le regaló una moneda de plata y un anillo de oro. (Job 42, 11)

  • Eres digna de tu madre, que abandonó a su marido y a sus hijos; digna hermana de tus hermanas, que abandonaron a sus maridos y a sus hijos. Vuestra madre fue una hitita, vuestro padre un amorreo. (Ezequiel 16, 45)

  • Samaría no cometió ni la mitad de tus pecados. Tú has multiplicado tus acciones detestables más que ellas, hasta hacer que parezcan justas tus hermanas al lado de todas las infamias que tú has cometido. (Ezequiel 16, 51)

  • Carga, por tanto, con tu deshonra; tú, que con tus pecados, mucho más horribles que los de tus hermanas, las has rehabilitado a ellas, pues a tu lado ellas parecen inocentes. Avergüénzate, pues, tú y carga con tu deshonra, porque has hecho que tus hermanas parezcan inocentes. (Ezequiel 16, 52)

  • Tú te acordarás de tu conducta y te avergonzarás de ella cuando recibas a tus hermanas mayores junto con las menores; yo te las daré como hijas, pero no en virtud de la alianza pactada contigo. (Ezequiel 16, 61)

  • Diréis a vuestros hermanos: "Mi-pueblo", y a vuestras hermanas: "Compadecida". (Oseas 2, 3)

  • Y sus hermanas, ¿no viven con nosotros? ¿De dónde le viene todo esto?". (Mateo 13, 56)

  • Y todo el que deje casa, hermanos o hermanas, padre o madre, o hijos o campos por mi causa recibirá el ciento por uno y heredará la vida eterna". (Mateo 19, 29)

  • La gente estaba sentada a su alrededor cuando le dijeron: "Mira, ahí afuera te buscan tu madre y tus hermanos y hermanas". (Marcos 3, 32)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina