Löydetty 2068 Tulokset: Eva

  • y que ahora se ha manifestado con la aparición de nuestro Señor, Cristo Jesús, que destruyó la muerte y ha hecho brillar la vida y la inmortalidad por el evangelio, (II Timoteo 1, 10)

  • Acuérdate de Jesucristo, resucitado de entre los muertos, del linaje de David, según el evangelio que predico, (II Timoteo 2, 8)

  • Pues los hay que se introducen en las casas y cautivan a mujerzuelas cargadas de pecados; que se dejan llevar de toda clase de concupiscencias, (II Timoteo 3, 6)

  • Pues vendrá el tiempo en que los hombres no soportarán la sana doctrina, sino que, llevados de sus caprichos, buscarán maestros que les halaguen el oído; (II Timoteo 4, 3)

  • Pero tú estate siempre alerta, soporta con paciencia los sufrimientos, predica el evangelio, cumple bien con tu trabajo. (II Timoteo 4, 5)

  • pues Dimas, llevado por el amor a las cosas de este mundo, me ha abadonado y se ha marchado a Tesalónica; Crescente se ha ido a Galacia, y Tito a Dalmacia. (II Timoteo 4, 10)

  • a los que es preciso tapar la boca. Revuelven familias enteras enseñando lo que no deben, llevados por el ansia de ganancias sucias. (Tito 1, 11)

  • enseñándonos a renunciar a la maldad y a los deseos mundanos y a llevar una vida sobria, justa y religiosa, (Tito 2, 12)

  • Yo querría retenerlo a mi lado, para que me ayudase en tu lugar en mi prisión por el evangelio; (Filemon 1, 13)

  • Convenía, en efecto, que aquel por quien y para quien todo fue hecho, queriendo llevar a la gloria un gran número de hijos, hiciese perfecto, mediante los sufrimientos, al jefe que debía guiarlos a la salvación. (Hebreos 2, 10)

  • Porque también nosotros, como ellos, hemos recibido la buena nueva; pero a ellos no les aprovechó la palabra que habían oído, porque al escucharla no se unieron a ella por la fe. (Hebreos 4, 2)

  • Y como, por una parte, es cierto que algunos deben entrar en él, y, por otra, los primeros que recibieron la buena nueva no entraron a causa de su desobediencia, (Hebreos 4, 6)


“Somente por meio de Jesus podemos esperar a salvação.” São Padre Pio de Pietrelcina