Löydetty 2376 Tulokset: Dijo
Y de nuevo, cuando introdujo al Primogénito en el mundo, dijo: Que le adoren todos los ángeles de Dios. (Hebreos 1, 6)
Y ¿a cuál de los ángeles dijo nunca: Siéntate a mi derecha hasta que haga de tus enemigos estrado de tus pies? (Hebreos 1, 13)
Entremos, pues, nosotros, que hemos creído, en el descanso, según lo que dijo: Y juré en mi indignación: ¡No entrarán jamás en mi descanso! Las obras de Dios ya estaban acabadas desde la creación del mundo. (Hebreos 4, 3)
Pues en cierto pasaje dijo acerca del séptimo día: Y Dios descansó de todo su trabajo el séptimo día. (Hebreos 4, 4)
Así también Cristo no se atribuyó la gloria de constituirse sumo sacerdote, sino que la recibió de aquel que le dijo: Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy. (Hebreos 5, 5)
éste lo fue con juramento por aquel que le dijo: El Señor lo ha jurado y no se vuelve atrás: tú eres sacerdote para siempre. (Hebreos 7, 21)
Por eso, al entrar en este mundo, Cristo dijo: No has querido sacrificios ni ofrendas, pero en su lugar me has formado un cuerpo. (Hebreos 10, 5)
Y el espectáculo era tan terrible que Moisés dijo: Estoy aterrado y temblando. (Hebreos 12, 21)
El mismo arcángel Miguel, cuando luchaba con el demonio disputándole el cuerpo de Moisés, no se atrevió a echarle una maldición, sino que dijo: Que el Señor te reprenda. (Judas 1, 9)
Al verle, caí a sus pies como muerto; pero él me tocó con su mano derecha, y me dijo: "No tengas miedo; soy yo, el primero y el último, el viviente; (Apocalipsis 1, 17)
Después de esto tuve una visión. Vi una puerta abierta en el cielo; y la voz del principio, la que oí hablarme como con sonido de trompeta, me dijo: "Sube aquí y te mostraré lo que va a suceder en seguida". (Apocalipsis 4, 1)
Uno de los ancianos me dijo: Deja de llorar, que ha vencido el león de la tribu de Judá, el vástago de David; él abrirá el libro y sus siete sellos. (Apocalipsis 5, 5)