Löydetty 32 Tulokset: Desprecio

  • Abrán tuvo relaciones con Agar, la cual concibió; y cuando se vio encinta, miraba con desprecio a su señora. (Génesis 16, 4)

  • Saray dijo a Abrán: "Tú eres el responsable de la afrenta que me hace. Yo puse a mi esclava entre tus brazos, y ella, al verse embarazada, me mira con desprecio. ¡Que el Señor juzgue entre nosotros!". (Génesis 16, 5)

  • Engordó Jesurún y tiró coces -estabas gordo y corpulento-; volvió las espaldas a Dios, su creador, y despreció la roca de su salvación. (Deuteronomio 32, 15)

  • El pecado de los jóvenes era muy grande ante el Señor, porque trataban con desprecio las ofrendas hechas al Señor. (I Samuel 2, 17)

  • Miró el filisteo, vio a David y le despreció, porque era joven, rubio y de buena presencia. (I Samuel 17, 42)

  • Cuando el arca del Señor llegó a la ciudad de David, Mical, hija de Saúl, estaba mirando por la ventana y, al ver al rey David saltando y bailando, lo despreció en su corazón. (II Samuel 6, 16)

  • Cuando el arca de la alianza del Señor llegó a la ciudad de David, Mical, la hija de Saúl, estaba mirando por la ventana, y al ver al rey David saltando y bailando, lo despreció en su corazón. (I Crónicas 15, 29)

  • Pero al enterarse de ello Sambalat, el joronita, Tobías, el funcionario amonita, y Guesen, el árabe, se burlaron de nosotros y dijeron con desprecio: "¿Qué es lo que estáis haciendo? ¿Os vais a rebelar contra el rey?". (Nehemías 2, 19)

  • ¡Escucha, oh Dios nuestro, cómo somos despreciados! ¡Haz que su insulto recaiga sobre su cabeza! ¡Entrégales al desprecio en una tierra de esclavitud! (Nehemías 3, 36)

  • Desde hoy las mujeres de los príncipes persas y medos, al saber lo que ha hecho la reina, hablarán con desprecio y con ira a sus maridos. (Ester 1, 18)

  • "¡A la desgracia el desprecio! -opina el que es feliz-. ¡Un golpe más a quien vacila!". (Job 12, 5)

  • porque temiese el rumor de las gentes o el desprecio de las familias me espantase, hasta quedar callado, sin salir de mi puerta? (Job 31, 34)


“Não sejamos mesquinhos com Deus que tanto nos enriquece.” São Padre Pio de Pietrelcina