Löydetty 227 Tulokset: Cubierta del Arca

  • con encinas del Basán tus remos; tu cubierta la hicieron de marfil incrustado de cedro de las costas de Chipre; (Ezequiel 27, 6)

  • Vendrá entonces mi enemiga, cubierta de vergüenza; ella que me decía: "¿Dónde está el Señor, tu Dios?". Mis ojos se saciarán de mirarla cuando sea pisoteada como el lodo de las calles. (Miqueas 7, 10)

  • ¡Ay de quien dice al leño: "Despierta"!; a la piedra muda: "¡Levántate!". ¡Éste es el oráculo! Sí, cubierta está de oro y plata, pero no tiene soplo alguno de vida. (Habacuc 2, 19)

  • Porque como en los días que precedieron al diluvio comían, bebían y se casaban ellos y ellas, hasta el día en que entró Noé en el arca, (Mateo 24, 38)

  • Comían, bebían y se casaban ellos y ellas, hasta que Noé entró en el arca, vino el diluvio y acabó con todos. (Lucas 17, 27)

  • El hombre que ora o profetiza con la cabeza cubierta deshonra a Cristo, que es su cabeza. (I Corintios 11, 4)

  • con el altar de oro para los perfumes y el arca de la alianza totalmente recubierta de oro, que contenía un vaso de oro lleno de maná, la vara de Aarón que había florecido y las tablas de la alianza; (Hebreos 9, 4)

  • y sobre el arca, los querubines de la gloria cubrían con su sombra el propiciatorio. No es éste el lugar para hablar de todo esto en detalle. (Hebreos 9, 5)

  • Por la fe Noé, divinamente advertido acerca de las cosas que todavía no se veían, movido de un religioso temor, construyó un arca para salvar a su familia; por la fe condenó al mundo y se convirtió en heredero de la justicia que se obtiene por la fe. (Hebreos 11, 7)

  • los cuales se habían mostrado reacios a la fe en otro tiempo en los días de Noé cuando Dios esperaba con paciencia mientras se construía el arca en la cual unos pocos ocho personas se salvaron del agua; (I Pedro 3, 20)

  • Entonces se abrió el templo de Dios, el que está en el cielo, se vio en su templo el arca de su alianza en medio de rayos, voces, truenos, terremotos y fuerte granizada. (Apocalipsis 11, 19)


Como distinguir uma tentação de um pecado e como estar certo de que não se pecou? – perguntou um penitente. Padre Pio sorriu e respondeu: “Como se distingue um burro de um homem? O burro tem de ser conduzido; o homem conduz a si mesmo!” São Padre Pio de Pietrelcina