Löydetty 1883 Tulokset: Cuando

  • Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño. Cuando llegué a hombre, desaparecieron las cosas de niño. (I Corintios 13, 11)

  • En conclusión, hermanos: cuando os reunís, unos pueden cantar, otros enseñar, otros manifestar una revelación, otros hablar en lenguas extrañas y otros interpretarlas. Pero que sea para aprovechamiento de todos. (I Corintios 14, 26)

  • Pero cada uno por su turno: el primero, Cristo; luego, cuando Cristo vuelva, los que son de Cristo. (I Corintios 15, 23)

  • Entonces vendrá el fin, cuando él destruya todo señorío, todo poder y toda fuerza y entregue el reino a Dios Padre. (I Corintios 15, 24)

  • porque todo lo puso bajo sus pies. Pero cuando dice que todo le está sometido, está claro que exceptúa a Dios, que fue quien le sometió todas las cosas. (I Corintios 15, 27)

  • Cuando todo le esté sometido, entonces también el Hijo se someterá al Padre, que le sometió todo a él para que Dios sea todo en todas las cosas. (I Corintios 15, 28)

  • Cuando esto corruptible se vista de incorruptibilidad y esto mortal de inmortalidad, entonces se cumplirá lo que dice la Escritura: La muerte ha sido destruida por la victoria. (I Corintios 15, 54)

  • Cuando vaya, enviaré a Jerusalén con cartas de presentación a los que elijáis para llevar lo que hayáis recogido. (I Corintios 16, 3)

  • En cuanto al hermano Apolo, le insistí en que fuera con los hermanos a veros, pero ahora no ha querido ir en modo alguno; irá cuando se le presente una buena oportunidad. (I Corintios 16, 12)

  • Pues todas las promesas de Dios se cumplieron en él. Por eso, cuando glorificamos a Dios, decimos "amén" por Jesucristo. (II Corintios 1, 20)

  • Por eso os escribí, para que cuando llegue no me causéis tristeza los que debéis alegrarme. Estoy, además, convencido de que mi alegría es también la vuestra. (II Corintios 2, 3)

  • Pero cuando se conviertan al Señor, desaparecerá el velo. (II Corintios 3, 16)


“Nossa Senhora recebeu pela inefável bondade de Jesus a força de suportar até o fim as provações do seu amor. Que você também possa encontrar a força de perseverar com o Senhor até o Calvário!” São Padre Pio de Pietrelcina