Löydetty 28 Tulokset: Asuntos

  • Dichoso el que se compadece y da prestado, y arregla sus asuntos con justicia. (Salmos 112, 5)

  • Dejó a Lisias, hombre noble y de familia real, encargado de los asuntos de estado desde el río Éufrates hasta los confines de Egipto, (I Macabeos 3, 32)

  • para decirle: "Hemos detenido a tu hermano Jonatán a causa del dinero que debe al tesoro real por los asuntos que él administraba. (I Macabeos 13, 15)

  • Tres años después, Jasón mandó a Menelao, hermano del tal Simón, para que llevara dinero al rey y gestionara algunos asuntos urgentes y necesarios. (II Macabeos 4, 23)

  • Tolomeo designó a Nicanor, hijo de Patroclo, de los primeros amigos del rey; puso a sus órdenes más de veinte mil soldados de diversas naciones y le dio la orden de exterminar a toda la raza judía. Puso a su lado a Gorgias, caudillo militar que tenía experiencia en los asuntos de guerra. (II Macabeos 8, 9)

  • Ordena tus asuntos de fuera, cultiva diligentemente tu campo y luego edifica tu casa. (Proverbios 24, 27)

  • Hijo mío, lleva tus asuntos con paciencia, y serás amado más que el hombre afable. (Eclesiástico 3, 17)

  • Si te guardas de profanar el sábado, de tratar tus asuntos en mi día santo; si llamas al sábado delicia, glorioso al día consagrado al Señor; si lo glorificas evitando los viajes, no tratando negocios ni arreglando asuntos, (Isaías 58, 13)

  • En todos los asuntos que requerían sabiduría e inteligencia sobre los que el rey interrogó, los encontró diez veces superiores a todos los magos y adivinos que había en su reino entero. (Daniel 1, 20)

  • poniendo al frente de ellos tres ministros, uno de los cuales era Daniel. Los sátrapas debían rendir cuentas de los asuntos a los tres ministros, de suerte que el monarca no sufriera perjuicio. (Daniel 6, 3)

  • Entonces yo, Daniel, me sentí sin fuerzas y estuve enfermo algunos días. Después me levanté y me seguí ocupando de los asuntos del rey. Pero continuaba asustado por la visión, que me resultaba incomprensible. (Daniel 8, 27)

  • Les contestó: "¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debo ocuparme en los asuntos de mi Padre?". (Lucas 2, 49)


“Não sejamos mesquinhos com Deus que tanto nos enriquece.” São Padre Pio de Pietrelcina