Löydetty 1425 Tulokset: sol

  • Y Pablo replicó: «Quiera Dios que por poco o por mucho, no solamente tú, sino todos los que me escuchan hoy, llegaran a ser tales como yo soy, a excepción de estas cadenas.» (Hechos 26, 29)

  • «Amigos, veo que la navegación va a traer gran peligro y grave daño no sólo para el cargamento y la nave, sino también para nuestras propias personas.» (Hechos 27, 10)

  • Durante muchos días no apareció el sol ni las estrellas; teníamos sobre nosotros una tempestad no pequeña; toda esperanza de salvarnos iba desapareciendo. (Hechos 27, 20)

  • Pero ahora os recomiendo que tengáis buen ánimo; ninguna de vuestras vidas se perderá; solamente la nave. (Hechos 27, 22)

  • Pero Pablo dijo al centurión y a los soldados: «Si no se quedan éstos en la nave, vosotros no os podréis salvar.» (Hechos 27, 31)

  • Entonces los soldados cortaron las amarras del bote y lo dejaron caer. (Hechos 27, 32)

  • Por eso os aconsejo que toméis alimento, pues os conviene para vuestra propia salvación; que ninguno de vosotros perderá ni un solo cabello de su cabeza.» (Hechos 27, 34)

  • Cuando vino el día, los marineros no reconocían la tierra; solamente podían divisar una ensenada con su playa; y resolvieron lanzar la nave hacia ella, si fuera posible. (Hechos 27, 39)

  • Soltaron las anclas que dejaron caer al mar; aflojaron al mismo tiempo las ataduras de los timones; depués izaron al viento la vela artimón y pusieron rumbo a la playa. (Hechos 27, 40)

  • Los soldados entonces resolvieron matar a los presos, no fuera que alguno se escapase a nado; (Hechos 27, 42)

  • Cuando entramos en Roma se le permitió a Pablo permanecer en casa particular con un soldado que le custodiara. (Hechos 28, 16)

  • Cuando, en desacuerdo entre sí mismos, ya se marchaban, Pablo dijo esta sola cosa: «Con razón habló el Espíritu Santo a vuestros padres por medio del profeta Isaías: (Hechos 28, 25)


“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina