Löydetty 207 Tulokset: servicio sagrado

  • Será el recinto sagrado de la tierra, destinado a los sacerdotes, que ejercen el ministerio del santuario y que se acercan a Yahveh para servirle. Para ellos será este lugar, para que construyan sus casas y como lugar sagrado para el santuario. (Ezequiel 45, 4)

  • El rey les asignó una ración diaria de los manjares del rey y del vino de su mesa. Deberían ser educados durante tres años, después de lo cual entrarían al servicio del rey. (Daniel 1, 5)

  • El rey conversó con ellos, y entre todos no se encontró ningún otro como Daniel, Ananías, Misael y Azarías. Quedaron, pues, al servicio del rey. (Daniel 1, 19)

  • ¡Insensatos y ciegos! ¿Qué es más importante, el oro, o el Santuario que hace sagrado el oro? (Mateo 23, 17)

  • le tocó en suerte, según el uso del servicio sacerdotal, entrar en el Santuario del Señor para quemar el incienso. (Lucas 1, 9)

  • Y sucedió que cuando se cumplieron los días de su servicio, se fue a su casa. (Lucas 1, 23)

  • Ni hagáis ya de vuestros miembros armas de injusticia al servicio del pecado; sino más bien ofreceos vosotros mismos a Dios como muertos retornados a la vida; y vuestros miembros, como armas de justicia al servicio de Dios. (Romanos 6, 13)

  • Pues afirmo que Cristo se puso al servicio de los circuncisos a favor de la veracidad de Dios, para dar cumplimiento a las promesas hechas a los patriarcas, (Romanos 15, 8)

  • de ser para los gentiles ministro de Cristo Jesús, ejerciendo el sagrado oficio del Evangelio de Dios, para que la oblación de los gentiles sea agradable, santificada por el Espíritu Santo. (Romanos 15, 16)

  • Tengo, pues, de qué gloriarme en Cristo Jesús en lo referente al servicio de Dios. (Romanos 15, 17)

  • Mas, por ahora, voy a Jerusalén para el servicio de los santos, (Romanos 15, 25)

  • Si alguno destruye el santuario de Dios, Dios le destruirá a él; porque el santuario de Dios es sagrado, y vosotros sois ese santuario. (I Corintios 3, 17)


A humildade e a caridade são as “cordas mestras”. Todas as outras virtudes dependem delas. Uma é a mais baixa; a outra é a mais alta. ( P.e Pio ) São Padre Pio de Pietrelcina