Löydetty 507 Tulokset: segunda muerte

  • Con este convencimiento quería yo ir primero donde vosotros a fin de procuraros una segunda gracia, (II Corintios 1, 15)

  • para los unos, olor que de la muerte lleva a la muerte; para los otros, olor que de la vida lleva a la vida. Y ¿quién es capaz para esto? (II Corintios 2, 16)

  • Que si el ministerio de la muerte, grabado con letras sobre tablas de piedra, resultó glorioso hasta el punto de no poder los hijos de Israel fijar su vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, aunque pasajera, (II Corintios 3, 7)

  • Pues, aunque vivimos, nos vemos continuamente entregados a la muerte por causa de Jesús, a fin de que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. (II Corintios 4, 11)

  • De modo que la muerte actúa en nosotros, mas en vosotros la vida. (II Corintios 4, 12)

  • como desconocidos, aunque bien conocidos; como quienes están a la muerte, pero vivos; como castigados, aunque no condenados a muerte; (II Corintios 6, 9)

  • No os digo esto con ánimo de condenaros. Pues acabo de deciros que en vida y muerte estáis unidos en mi corazón. (II Corintios 7, 3)

  • En efecto, la tristeza según Dios produce firme arrepentimiento para la salvación; mas la tristeza del mundo produce la muerte. (II Corintios 7, 10)

  • ¿Ministros de Cristo? - ¡Digo una locura! - ¡Yo más que ellos! Más en trabajos; más en cárceles; muchísimo más en azotes; en peligros de muerte, muchas veces. (II Corintios 11, 23)

  • Ya lo tengo dicho a los que anteriormente pecaron y a todos los demás, y vuelvo a decirlo de antemano ahora que estoy ausente, lo mismo que la segunda vez estando presente: Si vuelvo otra vez, obraré sin miramientos, (II Corintios 13, 2)

  • y reconciliar con Dios a ambos en un solo Cuerpo, por medio de la cruz, dando en sí mismo muerte a la Enemistad. (Efesios 2, 16)

  • conforme a lo que aguardo y espero, que en modo alguno seré confundido; antes bien, que con plena seguridad, ahora como siempre, Cristo será glorificado en mi cuerpo, por mi vida o por mi muerte, (Filipenses 1, 20)


“A maior alegria de um pai é que os filhos se amem, formem um só coração e uma só alma. Não fostes vós que me escolhestes, mas o pai celeste que, na minha primeira missa, me fez ver todos os filhos que me confiava”.(P.e Pio) São Padre Pio de Pietrelcina