Löydetty 25 Tulokset: saben

  • Moisés respondió a Yahveh: «Pero los egipcios saben muy bien que, con tu poder, sacaste a este pueblo de en medio de ellos. (Números 14, 13)

  • Vosotros sabéis hoy - no vuestros hijos, que ni saben ni han visto la lección de Yahveh vuestro Dios, su grandeza, su mano fuerte y su tenso brazo - (Deuteronomio 11, 2)

  • Se levantó el rey de noche y dijo a sus oficiales: «Os voy a decir lo que nos ha hecho Aram; saben que estamos hambrientos, han salido del campamento y se han escondido en el campo pensando: Saldrán de la ciudad, los prenderemos vivos y entraremos en la ciudad.» (II Reyes 7, 12)

  • Envíame también madera de cedro, de ciprés y algummim del Líbano; pues bien sé que tus siervos saben talar los árboles del Líbano, y mis siervos trabajarán con tus siervos, (II Crónicas 2, 7)

  • «Todos los servidores del rey y todos los habitantes de las provincias del rey saben que todo hombre o mujer que se presente al rey, en el patio interior, sin haber sido llamado, es condenado a muerte por el edicto, salvo aquel sobre quien el rey extienda su cetro de oro; y hace ya treinta días que yo no he sido llamada a presencia del rey.» (Ester 4, 11)

  • Y en ti confíen los que saben tu nombre, pues tú, Yahveh, no abandonas a los que te buscan. (Salmos 9, 11)

  • No saben ni comprenden; caminan en tinieblas, todos los cimientos de la tierra vacilan. (Salmos 82, 5)

  • Pero el camino de los malos es como tinieblas, no saben dónde han tropezado. (Proverbios 4, 19)

  • Los labios del justo saben de benevolencia; la boca de los malos, de perversidad. (Proverbios 10, 32)

  • Guarda tus pasos cuando vas a la Casa de Dios. Acercarse obediente vale más que el sacrificio de los necios, porque ellos no saben que hacen el mal. (Eclesiastés 4, 17)

  • Pues bien, a todo eso he aplicado mi corazón y todo lo he explorado, y he visto que los justos y los sabios y sus obras están en manos de Dios. Y ni de amor ni de odio saben los hombres nada: todo les resulta (Eclesiastés 9, 1)

  • Porque los vivos saben que han de morir, pero los muertos no saben nada, y no hay ya paga para ellos, pues se perdió su memoria. (Eclesiastés 9, 5)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina