Löydetty 127 Tulokset: pusieron

  • Y se pusieron a gritar: «¿Qué tenemos nosotros contigo, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí para atormentarnos antes de tiempo?» (Mateo 8, 29)

  • En aquel tiempo cruzaba Jesús un sábado por los sembrados. Y sus discípulos sintieron hambre y se pusieron a arrancar espigas y a comerlas. (Mateo 12, 1)

  • Los discípulos, viéndole caminar sobre el mar, se turbaron y decían: «Es un fantasma», y de miedo se pusieron a gritar. (Mateo 14, 26)

  • Y se le acercó mucha gente trayendo consigo cojos, lisiados, ciegos, mudos y otros muchos; los pusieron a sus pies, y él los curó. (Mateo 15, 30)

  • En esto, dos ciegos que estaban sentados junto al camino, al enterarse que Jesús pasaba, se pusieron a gritar: «¡Señor, ten compasión de nosotros, Hijo de David!» (Mateo 20, 30)

  • trajeron el asna y el pollino. Luego pusieron sobre ellos sus mantos, y él se sentó encima. (Mateo 21, 7)

  • Muy entristecidos, se pusieron a decirle uno por uno: «¿Acaso soy yo, Señor?» (Mateo 26, 22)

  • Entonces se pusieron a escupirle en la cara y a abofetearle; y otros a golpearle, (Mateo 26, 67)

  • Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías: «Y tomaron las treinta monedas de plata, cantidad en que fue apreciado aquel a quien pusieron precio algunos hijos de Israel, (Mateo 27, 9)

  • y, trenzando una corona de espinas, se la pusieron sobre su cabeza, y en su mano derecha una caña; y doblando la rodilla delante de él, le hacían burla diciendo: «¡Salve, Rey de los judíos!»; (Mateo 27, 29)

  • Cuando se hubieron burlado de él, le quitaron el manto, le pusieron sus ropas y le llevaron a crucificarle. (Mateo 27, 31)

  • Sobre su cabeza pusieron, por escrito, la causa de su condena: «Este es Jesús, el Rey de los judíos.» (Mateo 27, 37)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina