Löydetty 331 Tulokset: pueblos cananeos

  • Oyéronlo los pueblos, se turbaron, dolor como de parto en Filistea. (Exodo 15, 14)

  • Ahora, pues, si de veras escucháis mi voz y guardáis mi alianza, vosotros seréis mi propiedad personal entre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra; (Exodo 19, 5)

  • Mi ángel caminará delante de ti y te introducirá en el país de los amorreos, de los hititas, de los perizitas, de los cananeos, de los jivitas y de los jebuseos; y yo los exterminaré. (Exodo 23, 23)

  • «Sembraré delante de ti mi terror; llenaré de turbación a todos los pueblos donde llegues; y haré que todos tus enemigos huyan ante ti. (Exodo 23, 27)

  • Pues ¿en qué podrá conocerse que he hallado gracia a tus ojos, yo y tu pueblo, sino en eso, en que tú marches con nosotros? Así nos distinguiremos, yo y tu pueblo, de todos los pueblos que hay sobre la tierra.» (Exodo 33, 16)

  • Pues cuando yo expulse a los pueblos delante de ti y ensanche tus fronteras, nadie codiciará tu tierra cuando tres veces al año subas a presentarte ante Yahveh, tu Dios. (Exodo 34, 24)

  • Pero a vosotros os he dicho: «Poseeréis su suelo, el que yo os daré en herencia, tierra que mana leche y miel.» Yo soy Yahveh, vuestro Dios, que os ha separado de estos pueblos. (Levítico 20, 24)

  • Sed, pues, santos para mí, porque yo, Yahveh, soy santo, y os he separado de entre los pueblos, para que seáis míos. (Levítico 20, 26)

  • Si haces perecer a este pueblo como un solo hombre, dirán los pueblos que han oído hablar de ti: (Números 14, 15)

  • Bajaron los amalecitas y los cananeos que habitaban en aquella montaña, los batieron y los destrozaron hasta llegar a Jormá. (Números 14, 45)

  • Israel tomó todas aquellas ciudades. Ocupó Israel todos los pueblos de los amorreos, Jesbón y todas sus aldeas. (Números 21, 25)

  • Sale un héroe de su descendencia, domina sobre pueblos numerosos. Se alza su rey por encima de Agag, se alza su reinado. (Números 24, 7)


“Quanto mais te deixares enraizar na santa humildade, tanto mais íntima será a comunicação da tua alma com Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina