Löydetty 63 Tulokset: prodigios

  • que hicieron entre ellos sus señales anunciadas, prodigios en el país de Cam. (Salmos 105, 27)

  • nuestros padres, en Egipto, no comprendieron tus prodigios. No se acordaron de tu inmenso amor, se rebelaron contra el Altísimo junto al mar de Suf. (Salmos 106, 7)

  • de prodigios en el país de Cam, de portentos en el mar de Suf. (Salmos 106, 22)

  • ¡Den gracias a Yahveh por su amor, por sus prodigios con los hijos de Adán! (Salmos 107, 8)

  • ¡Den gracias a Yahveh por su amor, por sus prodigios con los hijos de Adán! (Salmos 107, 15)

  • ¡Den gracias a Yahveh por su amor, por sus prodigios con los hijos de Adán! (Salmos 107, 21)

  • ¡Den gracias a Yahveh por su amor, por sus prodigios con los hijos de Adán! (Salmos 107, 31)

  • Canción de las subidas. De David. No está inflado, Yahveh, mi corazón, ni mis ojos subidos. No he tomado un camino de grandezas ni de prodigios que me vienen anchos. (Salmos 131, 1)

  • mandó señales y prodigios en medio de ti, Egipto, contra Faraón y todos sus siervos. (Salmos 135, 9)

  • yo te doy gracias por tantas maravillas: prodigio soy, prodigios son tus obras. Mi alma conocías cabalmente, (Salmos 139, 14)

  • Entonces Macabeo, al observar la presencia de las tropas, la variedad de las armas preparadas y el fiero aspecto de los elefantes, extendió las manos al cielo e invocó al Señor que hace prodigios, pues bien sabía que, no por medio de las armas, sino según su decisión, concede él la victoria a los que la merecen. (II Macabeos 15, 21)

  • ¿Deseas además gran experiencia? Ella conoce el pasado y conjetura el porvenir, sabe interpretar las máximas y resolver los enigmas, conoce de antemano las señales y los prodigios, así como la sucesión de épocas y tiempos. (Sabiduría 8, 8)


“O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina