Löydetty 110 Tulokset: prójimo

  • Acoge al prójimo según tus recursos, y cuida de no caer tú mismo. (Eclesiástico 29, 20)

  • Juzga al prójimo como a ti mismo, y en todo asunto actúa con reflexión. (Eclesiástico 31, 15)

  • En banquete no reproches a tu prójimo, no le desprecies cuando está contento, palabra injuriosa no le digas ni le molestes reclamándole dinero. (Eclesiástico 31, 31)

  • Mata a su prójimo quien le arrebata su sustento, vierte sangre quien quita el jornal al jornalero. (Eclesiástico 34, 22)

  • Se empavorecen, angustias y apuros les sobrecogen, cual parturienta se duelen. Cada cual se asusta de su prójimo. Son los suyos rostros llameantes. (Isaías 13, 8)

  • Son caballos lustrosos y vagabundos: cada cual relincha por la mujer de su prójimo. (Jeremías 5, 8)

  • Por tanto, así dice Yahveh: Mirad que pongo a este pueblo tropiezos y tropezarán en ellos padres e hijos a una, el vecino y su prójimo perecerán. (Jeremías 6, 21)

  • ¡Que cada cual se guarde de su prójimo!, ¡desconfiad de cualquier hermano!, porque todo hermano pone la zancadilla, y todo prójimo propala la calumnia. (Jeremías 9, 3)

  • Su lengua es saeta mortífera, las palabras de su boca, embusteras. Se saluda al prójimo, pero por dentro se le pone celada. (Jeremías 9, 7)

  • Les haré comer la carne de sus hijos y la carne de sus hijas, y comerán cada uno la carne de su prójimo, en el aprieto y la estrechez con que les estrecharán sus enemigos y los que busquen su muerte.» (Jeremías 19, 9)

  • Muchas gentes pasarán a la vera de esta ciudad y dirán cada cual a su prójimo: «¿Por qué ha hecho Yahveh semejante cosa a esta gran ciudad?» (Jeremías 22, 8)

  • ¡Ay del que edifica su casa sin justicia y sus pisos sin derecho! De su prójimo se sirve de balde y su trabajo no le paga. (Jeremías 22, 13)


“É difícil tornar-se santo. Difícil, mas não impossível. A estrada da perfeição é longa, tão longa quanto a vida de cada um. O consolo é o repouso no decorrer do caminho. Mas, apenas restauradas as forças, é necessário levantar-se rapidamente e retomar a viagem!” São Padre Pio de Pietrelcina