Löydetty 114 Tulokset: podrá
«Supongamos que despide un marido a su mujer; ella se va de su lado y es de otro hombre: ¿podrá volver a él? ¿no sería como una tierra manchada?» Pues bien, tú has fornicado con muchos compañeros, ¡y vas a volver a mí! - oráculo de Yahveh -. (Jeremías 3, 1)
Mem. ¿A quién te compararé? ¿A quién te asemejaré, hija de Jerusalén? ¿Quién te podrá salvar y consolar, virgen, hija de Sión? Grande como el mar es tu quebranto: ¿quién te podrá curar? (Lamentaciones 2, 13)
Si ya, cuando estaba intacto, no se podía hacer nada con él, ¡cuánto menos, cuando lo ha devorado el fuego y lo ha quemado, se podrá hacer con él alguna cosa! (Ezequiel 15, 5)
¿Podrá tu corazón resistir y tus manos seguir firmes el día en que yo actúe contra ti? Yo, Yahveh, he hablado y lo haré. (Ezequiel 22, 14)
Pero el príncipe sí podrá sentarse en él para tomar su comida en presencia de Yahveh. Entrará por el vestíbulo del pórtico y por el mismo saldrá. (Ezequiel 44, 3)
Pero si hace de su heredad un regalo a uno de sus siervos, pertenecerá a éste sólo hasta el año de la liberación, luego retornará al príncipe. Solamente a sus hijos podrá pasar su heredad. (Ezequiel 46, 17)
¿Estáis dispuestos ahora, cuando oigáis sonar el cuerno, el pífano, la cítara, la sambuca, el salterio, la zampoña y toda clase de música, a postraros y adorar la estatua que yo he hecho? Si no la adoráis, seréis inmediatamente arrojados en el horno de fuego ardiente; y ¿qué dios os podrá librar de mis manos?» (Daniel 3, 15)
«Incitará su fuerza y su corazón contra el rey del Mediodía con un gran ejército. El rey del Mediodía saldrá a la guerra con un ejército muy grande y muy poderoso, pero no podrá resistir, pues se tramarán contra él maquinaciones. (Daniel 11, 25)
Efraím ha visto su dolencia y Judá su llaga. Efraím entonces ha sido a Asiria, y Judá ha mandado mensaje al gran rey; pero éste no podrá sanaros ni curar vuestra llaga. (Oseas 5, 13)
Entonces le fallará la huida al raudo, el fuerte no podrá desplegar su vigor, y ni el bravo salvará su vida. (Amós 2, 14)
¿Cómo podrá esperar el bien la que habita en Marot? Porque ha llegado el mal de parte de Yahveh a la puerta de Jerusalén. (Miqueas 1, 12)
¿Quién podrá soportar el Día de su venida? ¿Quién se tendrá en pie cuando aparezca? Porque es él como fuego de fundidor y como lejía de lavandero. (Malaquías 3, 2)