Löydetty 4493 Tulokset: palabra de dios
Y tuvo un sueño; soñó con una escalera apoyada en tierra, y cuya cima tocaba los cielos, y he aquí que los ángeles de Dios subían y bajaban por ella. (Génesis 28, 12)
Y vio que Yahveh estaba sobre ella, y que le dijo: «Yo soy Yahveh, el Dios de tu padre Abraham y el Dios de Isaac. La tierra en que estás acostado te la doy para ti y tu descendencia. (Génesis 28, 13)
Y asustado dijo: «¡Qué temible es este lugar! ¡Esto no es otra cosa sino la casa de Dios y la puerta del cielo!» (Génesis 28, 17)
Jacob hizo un voto, diciendo: «Si Dios me asiste y me guarda en este camino que recorro, y me da pan que comer y ropa con que vestirme, (Génesis 28, 20)
y vuelvo sano y salvo a casa de mi padre, entonces Yahveh será mi Dios; (Génesis 28, 21)
y esta piedra que he erigido como estela será Casa de Dios; y de todo lo que me dieres, te pagaré el diezmo.» (Génesis 28, 22)
Jacob se enfadó con Raquel y dijo: ¿Estoy yo acaso en el lugar de Dios, que te ha negado el fruto del vientre?» (Génesis 30, 2)
Y dijo Raquel: «Dios me ha hecho justicia, pues ha oído mi voz y me ha dado un hijo.» Por eso le llamó Dan. (Génesis 30, 6)
Dios oyó a Lía, que concibió y dio un quinto hijo a Jacob. (Génesis 30, 17)
Y dijo Lía: «Dios me ha dado mi recompensa, a mí, que tuve que dar mi esclava a mi marido.» Y le llamó Isacar. (Génesis 30, 18)
Y dijo Lía: «Me ha hecho Dios un buen regalo. Ahora sí que me apreciará mi marido, pues le he dado seis hijos.» Y le llamó Zabulón. (Génesis 30, 20)
Entonces se acordó Dios de Raquel. Dios la oyó y abrió su seno, (Génesis 30, 22)