Löydetty 54 Tulokset: países
Ahora yo he puesto todos estos países en manos de mi siervo Nabucodonosor, rey de Babilonia, y también los animales del campo le he dado para servirle (Jeremías 27, 6)
Profetas hubo antes de mí y de ti desde siempre, que profetizaron a muchos países y a grandes reinos la guerra, el mal y la peste. (Jeremías 28, 8)
He aquí que yo los reúno de todos los países a donde los empujé en mi ira y mi furor y enojo grande, y les haré volver a este lugar, y les haré vivir en seguridad, (Jeremías 32, 37)
También todos los judíos que había en Moab, entre los ammonitas, y en Edom, y los que había en todos los demás países oyeron que había dejado el rey de Babilonia un resto a Judá y que había encargado de él a Godolías, hijo de Ajicam, hijo de Safán. (Jeremías 40, 11)
Así dice el Señor Yahveh: Esta es Jerusalén; yo lo había colocado en medio de las naciones, y rodeado de países. (Ezequiel 5, 5)
Pero ella se ha rebelado contra mis normas con más perversidad que las naciones, y contra mis decretos más que los países que la rodean. Sí, han rechazado mis normas y no se han conducido según mis decretos. (Ezequiel 5, 6)
Pero haré que os queden, entre las naciones, algunos supervivientes de la espada, cuando seáis dispersados por los países. (Ezequiel 6, 8)
Por eso, di: Así dice el Señor Yahveh: Sí, yo los he alejado entre las naciones, y los he dispersado por los países, pero yo he sido un santuario para ellos, por poco tiempo, en los países adonde han ido. (Ezequiel 11, 16)
Por eso, di: Así dice el Señor Yahveh: Yo os recogeré de en medio de los pueblos, os congregaré de los países en los que habéis sido dispersados, y os daré la tierra de Israel. (Ezequiel 11, 17)
Y sabrán que yo soy Yahveh cuando los disperse entre las naciones y los esparza por los países. (Ezequiel 12, 15)
Pero una vez más alcé mi mano hacia ellos, en el desierto, jurando dispersarlos entre las naciones y esparcirlos por los países. (Ezequiel 20, 23)
Y no se realizará jamás lo que se os pasa por la imaginación, cuando decís: «Seremos como las naciones, como las tribus de los otros países, adoradores del leño y de la piedra.» (Ezequiel 20, 32)