Löydetty 177 Tulokset: ovejas

  • Muchas veces era yo el único que iba a Jerusalén, con ocasión de las fiestas, tal como está prescrito para todo Israel por decreto perpetuo; en cobrando las primicias y las crías primeras y diezmos de mis bienes y el primer esquileo de mis ovejas, acudía presuroso a Jerusalén (Tobías 1, 6)

  • Tomó una gran cantidad de camellos, asnos y mulas para el bagage e incontable número de ovejas, bueyes y cabras para el avituallamiento; (Judit 2, 17)

  • descendió hacia la llanura de Damasco, al tiempo de la siega del trigo, incendió todos sus cultivos, exterminó sus rebaños de ovejas y bueyes, saqueó sus ciudades, devastó sus campos y pasó a cuchillo a todos sus jóvenes. (Judit 2, 27)

  • Nuestras granjas y todo nuestro territorio, nuestros campos de trigo, los rebaños de ovejas y bueyes, todas las majadas de nuestros campamentos, están a tu disposición. Haz con ellos lo que quieras. (Judit 3, 3)

  • Tenía también 7.000 ovejas, 3.000 camellos, quinientas yuntas de bueyes, quinientas asnas y una servidumbre muy numerosa. Este hombre era, pues, el más grande de todos los hijos de Oriente. (Job 1, 3)

  • Todavía estaba éste hablando, cuando llegó otro que dijo: «Cayó del cielo el fuego de Dios, que quemó las ovejas y pastores hasta consumirlos. Sólo yo pude escapar para traerte la noticia.» (Job 1, 16)

  • Dejan correr a sus niños como ovejas, sus hijos brincan como ciervos. (Job 21, 11)

  • Yahveh bendijo la nueva situación de Job más aún que la antigua: llegó a poseer 14.000 ovejas, 6.000 camellos, mil yuntas de bueyes y mil asnas. (Job 42, 12)

  • ovejas y bueyes, todos juntos, y aun las bestias del campo, (Salmos 8, 8)

  • Como ovejas de matadero nos entregas, y en medio de los pueblos nos has desperdigado; (Salmos 44, 12)

  • Pero por ti se nos mata cada día, como ovejas de matadero se nos trata. (Salmos 44, 23)

  • Como ovejas son llevados al seol, los pastorea la Muerte, y los rectos dominarán sobre ellos. Por la mañana se desgasta su imagen, ¡el seol será su residencia! (Salmos 49, 15)


“Como é belo esperar!” São Padre Pio de Pietrelcina