Löydetty 156 Tulokset: ofrenda

  • Todo el pueblo de la tierra contribuirá a esta ofrenda reservada para el príncipe de Israel. (Ezequiel 45, 16)

  • Limitando con Judá, desde el lado oriental hasta el lado occidental, estará la ofrenda sagrada que reservaréis, de veinticinco mil codos de ancha, y de larga como cada una de las otras partes desde el lado oriental hasta el lado occidental. Y en medio estará el santuario. (Ezequiel 48, 8)

  • La ofrenda sagrada que reservaréis para Yahveh tendrá veinticinco mil codos de longitud y diez mil de anchura. (Ezequiel 48, 9)

  • A ellos, a los sacerdotes, pertenecerá la ofrenda santa reservada: veinticinco mil codos al norte, diez mil codos de anchura al oeste, diez mil codos de anchura al este, y veinticinco mil codos de longitud al sur; y el santuario de Yahveh estará en el medio; (Ezequiel 48, 10)

  • a ellos les corresponderá una parte de la tierra reservada como ofrenda sacratísima, junto al territorio de los levitas. (Ezequiel 48, 12)

  • Quedará una extensión, a lo largo de la ofrenda santa reservada, de diez mil codos hacia oriente y diez mil hacia occidente, a lo largo de la ofrenda santa reservada: sus productos servirán para la alimentación de los trabajadores de la ciudad. (Ezequiel 48, 18)

  • El total de la ofrenda reservada será de veinticinco mil codos por veinticinco mil. Reservaréis un cuarto de la ofrenda santa reservada para la propiedad de la ciudad. (Ezequiel 48, 20)

  • Lo que quede será para el príncipe, a uno y otro lado de la ofrenda santa reservada y de la propiedad de la ciudad, a lo largo de los veinticinco mil codos al este, hasta la frontera oriental, y al oeste a lo largo de los veinticinco mil codos hasta la frontera occidental, para el príncipe, en correspondencia a las demás partes; y en el medio estará la ofrenda santa res reservada y el santuario de la Casa. (Ezequiel 48, 21)

  • El también será llevado a Asiria, como ofrenda para el gran rey. Efraím recogerá vergüenza, e Israel quedará corrida de su plan. (Oseas 10, 6)

  • Desde allende los ríos de Etiopía, mis suplicantes, mi Dispersión, me traerán mi ofrenda. (Sofonías 3, 10)

  • ¿Puede un hombre defraudar a Dios? ¡Pues vosotros me defraudáis a mí! - Y aún decís: ¿En qué te hemos defraudado? - En el diezmo y en la ofrenda reservada. (Malaquías 3, 8)

  • Si, pues, al presentar tu ofrenda en el altar te acuerdas entonces de que un hermano tuyo tiene algo contra ti, (Mateo 5, 23)


O maldito “eu” o mantém apegado à Terra e o impede de voar para Jesus. São Padre Pio de Pietrelcina