Löydetty 319 Tulokset: monte Seir

  • Por el día enseñaba en el Templo y salía a pasar la noche en el monte llamado de los Olivos. (Lucas 21, 37)

  • Salió y, como de costumbre, fue al monte de los Olivos, y los discípulos le siguieron. (Lucas 22, 39)

  • Nuestros padres adoraron en este monte y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar.» (Juan 4, 20)

  • Jesús le dice: «Créeme, mujer, que llega la hora en que, ni en este monte, ni en Jerusalén adoraréis al Padre. (Juan 4, 21)

  • Subió Jesús al monte y se sentó allí en compañía de sus discípulos. (Juan 6, 3)

  • Dándose cuenta Jesús de que intentaban venir a tomarle por la fuerza para hacerle rey, huyó de nuevo al monte él solo. (Juan 6, 15)

  • Mas Jesús se fue al monte de los Olivos. (Juan 8, 1)

  • Entonces se volvieron a Jerusalén desde el monte llamado de los Olivos, que dista poco de Jerusalén, el espacio de un camino sabático. (Hechos 1, 12)

  • «Al cabo de cuarenta años se le apareció un ángel en el desierto del monte Sinaí, sobre la llama de una zarza ardiendo. (Hechos 7, 30)

  • Este es el que, en la asamblea del desierto, estuvo con el ángel que le hablaba en el monte Sinaí, y con nuestros padres; el que recibió palabras de vida para comunicárnoslas; (Hechos 7, 38)

  • Preparad también cabalgaduras para que monte Pablo; y llevadlo a salvo al procurador Félix.» (Hechos 23, 24)

  • Hay en ello una alegoría: estas mujeres representan dos alianzas; la primera, la del monte Sinaí, madre de los esclavos, es Agar, (Gálatas 4, 24)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina