Löydetty 195 Tulokset: misma

  • Tanto el profeta como el sacerdote se han vuelto impíos; en mi misma Casa topé con su maldad - oráculo de Yahveh -. (Jeremías 23, 11)

  • Dálet. Las calzadas de Sión están de luto, que nadie viene a las solemnidades. Todas sus puertas desoladas, sus sacerdotes gimiendo, afligidas sus vírgenes, ¡y ella misma en amargura! (Lamentaciones 1, 4)

  • Jet. Mucho ha pecado Jerusalén, por eso se ha hecho cosa impura. Todos los que la honraban la desprecian, porque han visto su desnudez; y ella misma gime y se vuelve de espaldas. (Lamentaciones 1, 8)

  • «Si no escucháis mi voz, esta misma grande, inmensa muchedumbre quedará reducida a un pequeño número en medio de las naciones donde yo los dispersaré. (Baruc 2, 29)

  • El aspecto de las ruedas y su estructura era como el destello del crisólito. Tenían las cuatro la misma forma y parecían dispuestas como si una rueda estuviese dentro de la otra. (Ezequiel 1, 16)

  • Toma, pues, trigo, cebada, habas, lentejas, mijo, espelta: ponlo en una misma vasija y haz con ello tu pan. Durante todo el tiempo que estés acostado de un lado - trescientos noventa días - comerás de ello. (Ezequiel 4, 9)

  • Por eso, por mi vida, oráculo del Señor Yahveh, que de la misma manera que tú has contaminado mi santuario con todos tus horrores y todas tus abominaciones, yo también te rechazaré a ti sin una mirada de piedad, tampoco yo perdonaré. (Ezequiel 5, 11)

  • Las cuatro parecían tener la misma forma, como si una rueda estuviese dentro de la otra. (Ezequiel 10, 10)

  • Tú misma soportas las consecuencias de tu infamia y tus abominaciones, oráculo de Yahveh. (Ezequiel 16, 58)

  • por ti misma te verás profanada a los ojos de las naciones, y sabrás que yo soy Yahveh. (Ezequiel 22, 16)

  • Hijo de hombre: Había dos mujeres, hijas de la misma madre. (Ezequiel 23, 2)

  • Estos descubrieron su desnudez, se llevaron a sus hijos y sus hijas, y a ella misma la mataron a espada. Vino así a ser ejemplo para las mujeres, porque se había hecho justicia de ella. (Ezequiel 23, 10)


“Comunguemos com santo temor e com grande amor.” São Padre Pio de Pietrelcina