Löydetty 132 Tulokset: marido
No obstante, por razón de la impureza, tenga cada hombre su mujer, y cada mujer su marido. (I Corintios 7, 2)
Que el marido dé a su mujer lo que debe y la mujer de igual modo a su marido. (I Corintios 7, 3)
No dispone la mujer de su cuerpo, sino el marido. Igualmente, el marido no dispone de su cuerpo, sino la mujer. (I Corintios 7, 4)
En cuanto a los casados, les ordeno, no yo sino el Señor: que la mujer no se separe del marido, (I Corintios 7, 10)
mas en el caso de separarse, que no vuelva a casarse, o que se reconcilie con su marido, y que el marido no despida a su mujer. (I Corintios 7, 11)
Y si una mujer tiene un marido no creyente y él consiente en vivir con ella, no le despida. (I Corintios 7, 13)
Pues el marido no creyente queda santificado por su mujer, y la mujer no creyente queda santificada por el marido creyente. De otro modo, vuestros hijos serían impuros, mas ahora son santos. (I Corintios 7, 14)
Pues ¿qué sabes tú, mujer, si salvarás a tu marido? Y ¿qué sabes tú, marido, si salvarás a tu mujer? (I Corintios 7, 16)
está por tanto dividido. La mujer no casada, lo mismo que la doncella, se preocupa de las cosas del Señor, de ser santa en el cuerpo y en el esp1ritu. Mas la casada se preocupa de las cosas del mundo, de cómo agradar a su marido. (I Corintios 7, 34)
La mujer está ligada a su marido mientras él viva; mas una vez muerto el marido, queda libre para casarse con quien quiera, pero sólo en el Señor. (I Corintios 7, 39)
porque el marido es cabeza de la mujer, como Cristo es Cabeza de la Iglesia, el salvador del Cuerpo. (Efesios 5, 23)
En todo caso, en cuanto a vosotros, que cada uno ame a su mujer como a sí mismo; y la mujer, que respete al marido. (Efesios 5, 33)