Löydetty 198 Tulokset: libró

  • El resto de los hechos de Zimrí y la conjuración que tramó, ¿no está escrito en el libro de los Anales de los reyes de Israel? (I Reyes 16, 20)

  • El resto de los hechos de Omrí, cuanto hizo y su bravura ¿no está escrito en el libro de los Anales de los reyes de Israel? (I Reyes 16, 27)

  • El resto de los hechos de Ajab, todo cuanto hizo, la casa de marfil que edificó, todas las ciudades que fortificó ¿no está escrito en el libro de los Anales de los reyes de Israel? (I Reyes 22, 39)

  • El resto de los hechos de Josafat, la bravura que demostró y las guerras que sostuvo ¿no está escrito en el libro de los Anales de los reyes de Judá? (I Reyes 22, 46)

  • El resto de los hechos de Ocozías, lo que hizo, ¿no está escrito en el libro de los Anales de los reyes de Israel? (II Reyes 1, 18)

  • El resto de los hechos de Joram, todo lo que hizo ¿no está escrito en el libro de los Anales de los reyes de Judá? (II Reyes 8, 23)

  • El resto de los hechos de Jehú, todo cuanto hizo, toda su bravura ¿no está escrito en el libro de los Anales de los reyes de Israel? (II Reyes 10, 34)

  • El resto de los hechos de Joás, todo cuanto hizo ¿no está escrito en el libro de los Anales de los reyes de Judá? (II Reyes 12, 20)

  • El resto de los hechos de Joacaz, todo cuanto hizo y su bravura ¿no está escrito en el libro de los Anales de los reyes de Israel? (II Reyes 13, 8)

  • El resto de los hechos de Joás, todo cuanto hizo, su bravura y cómo combatió contra Amasías, rey de Judá ¿no está escrito en el libro de los Anales de los reyes de Israel? (II Reyes 13, 12)

  • pero no hizo morir a los hijos de los asesinos, según está escrito en el libro de la Ley de Moisés, donde Yahveh dio una orden diciendo: «No harán morir a los hijos por los padres, sino que cada uno morirá por su pecado.» (II Reyes 14, 6)

  • El resto de los hechos de Joás, cuanto hizo, su bravura y cómo combatió contra Amasías, rey de Judá, ¿no está escrito en el libro de los Anales de los reyes de Israel? (II Reyes 14, 15)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina