Löydetty 147 Tulokset: lamentaciones de Jeremías

  • Dijo el profeta Jeremías al profeta Jananías, a vista de los sacerdotes y de todo el pueblo, que estaban parados en la Casa de Yahveh; (Jeremías 28, 5)

  • dijo, pues, el profeta Jeremías: «¡Amen! Así haga Yahveh. Confirme Yahveh las palabras que has profetizado, devolviendo de Babilonia a este lugar los objetos de la Casa de Yahveh, y a todos los deportados. (Jeremías 28, 6)

  • Entonces tomó el profeta Jananías el yugo de sobre la cerviz del profeta Jeremías y lo rompió; (Jeremías 28, 10)

  • y habló Jananías delante de todo el pueblo: «Así dice Yahveh: Así romperé el yugo de Nabucodonosor, rey de Babilonia, dentro de dos años completos, de sobre la cerviz de todas las naciones.» Y se fue el profeta Jeremías por su camino. (Jeremías 28, 11)

  • Entonces fue dirigida la palabra de Yahveh a Jeremías en estos términos, después que el profeta Jananías hubo roto el yugo de sobre la cerviz del profeta Jeremías: (Jeremías 28, 12)

  • Dijo también el profeta Jeremías al profeta Jananías: «Oye, Jananías: No te envió Yahveh, y tú has hecho confiar a este pueblo en cosa falsa. (Jeremías 28, 15)

  • Este es el tenor de la carta que envió el profeta Jeremías desde Jeursalén al resto de los ancianos de la deportación, a los sacerdotes, profetas y pueblo en general, que había deportado Nabucodonosor desde Jerusalén a Babilonia (Jeremías 29, 1)

  • Pues entonces, ¿por qué no has sancionado a Jeremías de Anatot que se os hace pasar por profeta? (Jeremías 29, 27)

  • El sacerdote Sofonías leyó esta carta a oídos del profeta Jeremías. (Jeremías 29, 29)

  • Entonces fue dirigida la palabra de Yahveh a Jeremías en estos términos: (Jeremías 29, 30)

  • Palabra que fue dirigida a Jeremías de parte de Yahveh: (Jeremías 30, 1)

  • Palabra que fue dirigida a Jeremías de parte de Yahveh el año diez de Sedecías, rey de Judá - o sea, el año dieciocho de Nabucodonosor: (Jeremías 32, 1)


“O Santo Sacrifício da Missa é o sufrágio mais eficaz, que ultrapassa todas as orações, as boas obras e as penitências. Infalivelmente produz seu efeito para vantagem das almas por sua virtude própria e imediata.” São Padre Pio de Pietrelcina