Löydetty 30 Tulokset: gritar
y al oírme levantar la voz y gritar, ha dejado su vestido a mi lado y ha salido huyendo afuera.» (Génesis 39, 15)
Entonces toda la comunidad alzó la voz y se puso a gritar; y la gente estuvo llorando aquella noche. (Números 14, 1)
y les gritaron. Se volvieron éstos y dijeron a Miká: «¿Qué te pasa para gritar así?» (Jueces 18, 23)
Cuando llegó, estaba Elí en su asiento, a la puerta, atento al camino, porque su corazón temblaba por el arca de Dios. Vino, pues, este hombre a traer la noticia a la ciudad, y toda la ciudad comenzó a gritar. (I Samuel 4, 13)
Lo sirvieron después para que comieran los hombres y, cuando estaban comiendo, comenzaron a gritar diciendo: « ¡La muerte en la olla, hombre de Dios!» Y no pudieron comer. (II Reyes 4, 40)
Sin haber sol, ando renegrido, me he levantado en la asamblea, sólo para gritar. (Job 30, 28)
por tus señales temen los que habitan los confines, a las puertas de la mañana y de la tarde haces tú gritar de júbilo. (Salmos 65, 9)
Estoy exhausto de gritar, arden mis fauces, mis ojos se consumen de esperar a mi Dios. (Salmos 69, 4)
Una voz dice: «¡Grita!» Y digo: «¿Qué he de gritar?» - «Toda carne es hierba y todo su esplendor como flor del campo. (Isaías 40, 6)
Pues cada vez que hablo es para clamar: «¡Atropello!», y para gritar: «¡Expolio!». La palabra de Yahveh ha sido para mí oprobio y befa cotidiana. (Jeremías 20, 8)
De tanto gritar en Jesbón, hasta Elalé, hasta Yahas llegaron las voces desde Soar hasta Joronáyim, - Eglat Selisiyyá -, porque también las aguas de Nimrim se han trocado en aridez. (Jeremías 48, 34)
Y Susana se puso a gritar a grandes voces. Los dos ancianos gritaron también contra ella, (Daniel 13, 24)