Löydetty 1248 Tulokset: fin del reino de Judá
y dijo: «Yo os aseguro: si no cambiáis y os hacéis como los niños, no entraréis en el Reino de los Cielos. (Mateo 18, 3)
Así pues, quien se haga pequeño como este niño, ése es el mayor en el Reino de los Cielos. (Mateo 18, 4)
«Por eso el Reino de los Cielos es semejante a un rey que quiso ajustar cuentas con sus siervos. (Mateo 18, 23)
Porque hay eunucos que nacieron así del seno materno, y hay eunucos que se hicieron tales a sí mismos por el Reino de los Cielos. Quien pueda entender, que entienda.» (Mateo 19, 12)
Mas Jesús les dijo: «Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo impidáis porque de los que son como éstos es el Reino de los Cielos.» (Mateo 19, 14)
Entonces Jesús dijo a sus discípulos: «Yo os aseguro que un rico difícilmente entrará en el Reino de los Cielos. (Mateo 19, 23)
Os lo repito, es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el Reino de los Cielos.» (Mateo 19, 24)
«En efecto, el Reino de los Cielos es semejante a un propietario que salió a primera hora de la mañana a contratar obreros para su viña. (Mateo 20, 1)
El le dijo: «¿Qué quieres?» Dícele ella: «Manda que estos dos hijos míos se sienten, uno a tu derecha y otro a tu izquierda, en tu Reino.» (Mateo 20, 21)
¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre?» - «El primero» - le dicen. Díceles Jesús: «En verdad os digo que los publicanos y las rameras llegan antes que vosotros al Reino de Dios. (Mateo 21, 31)
Por eso os digo: Se os quitará el Reino de Dios para dárselo a un pueblo que rinda sus frutos.» (Mateo 21, 43)
«El Reino de los Cielos es semejante a un rey que celebró el banquete de bodas de su hijo. (Mateo 22, 2)