Löydetty 1464 Tulokset: esa
Ni siquiera me has permitido besar a mis hijos e hijas. O sea, que has obrado como un necio. (Génesis 31, 28)
Jacob envió mensajeros por delante hacia su hermano Esaú, al país de Seír, la estepa de Edom, (Génesis 32, 4)
encargándolles: «Diréis a mi señor Esaú: Así dice tu siervo Jacob: Fui a pasar una temporada con Labán, y me he demorado hasta hoy. (Génesis 32, 5)
Los mensajeros volvieron a Jacob, diciendo: «Hemos ido donde tu hermano Esaú, y él mismo viene a tu encuentro con cuatrocientos hombres.» (Génesis 32, 7)
y dijo: «Si llega Esaú a uno de los campamentos y lo ataca, se salvará el otro.» (Génesis 32, 9)
Líbrame de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, porque le temo, no sea que venga y nos ataque, a la madre junto con los hijos. (Génesis 32, 12)
Y Jacob pasó allí aquella noche. Tomó de lo que tenía a mano un regalo para su hermano Esaú, (Génesis 32, 14)
Y al primero le encargó: «Cuando te salga al paso mi hermano Esaú y te pregunte "de quién eres y adónde vas, y para quién es eso que va delante de ti", (Génesis 32, 18)
dices: "De tu siervo Jacob; es un regalo enviado para mi señor Esaú. Precisamente, él mismo viene detrás de nosotros."» (Génesis 32, 19)
El mismo encargo hizo también al segundo, como asimismo al tercero y a todos los que iban tras las manadas diciendo: «En estos términos hablaréis a Esaú cuando le encontréis, (Génesis 32, 20)
Jacob levantó los ojos y al ver que venía Esaú con cuatrocientos hombres, repartió a los niños entre Lía y Raquel y las dos siervas. (Génesis 33, 1)
Esaú, a su vez, corrió a su encuentro, le abrazó, se le echó al cuello, le besó y lloró. (Génesis 33, 4)