Löydetty 2233 Tulokset: enemigos de israel
Cualquier hombre de la casa de Israel que inmole buey, oveja o cabra dentro del campamento, o fuera del mismo, (Levítico 17, 3)
Diles: Cualquier hombre de la casa de Israel, o de los forasteros que residen en medio de ellos, que ofrezca holocausto o sacrificio, (Levítico 17, 8)
Si un hombre cualquiera de la casa de Israel, o de los forasteros que residen en medio de ellos, come cualquier clase de sangre, yo volveré mi rostro contra el que coma sangre y los exterminaré de en medio de su pueblo. (Levítico 17, 10)
Cualquier hombre de la casa de Israel, o de los forasteros que residen en medio de ellos, que cace un animal o un ave que es lícito comer, derramará su sangre y la cubrirá con tierra. (Levítico 17, 13)
Dirás a los israelitas: Si un hombre cualquiera de entre los israelitas o de los forasteros que residen en Israel entrega uno de sus hijos a Mólek, morirá sin remedio; el pueblo de la tierra lo lapidara. (Levítico 20, 2)
Habla a Aarón y a sus hijos, y a todos los israelitas y diles: Si alguno de la casa de Israel, o de los forasteros residentes en Israel, en cumplimiento de un voto, o como ofrenda voluntaria, presenta una ofrenda que como holocausto ofrece a Yahveh (Levítico 22, 18)
Durante siete días habitaréis en cabañas. Todos los naturales de Israel morarán en cabañas, (Levítico 23, 42)
Había salido con los israelitas el hijo de una mujer israelita y de padre egipcio. Cuando el hijo de la israelita y un hombre de Israel riñeron en el campo, (Levítico 24, 10)
Perseguiréis a vuestros enemigos; que caerán ante vosotros a filo de espada. (Levítico 26, 7)
Cinco de vosotros perseguiréis a cien, y cien de vosotros perseguiréis a 10.000; vuestros enemigos ante vosotros caerán a filo de espada. (Levítico 26, 8)
también yo haré lo mismo con vosotros. Traeré sobre vosotros el terror, la tisis y la fiebre, que os abrasen los ojos y os consuman el alma. Sembraréis en vano vuestra semilla, pues se la comerán vuestros enemigos. (Levítico 26, 16)
Me volveré contra vosotros y seréis derrotados ante vuestros enemigos; os tiranizarán los que os aborrecen y huiréis sin que nadie os persiga. (Levítico 26, 17)