Löydetty 30 Tulokset: dones espirituales
sin contar los sábados de Yahveh, sin contar vuestros dones, sin contar todos vuestros votos, sin contar todas vuestras oblaciones voluntarias, las que ofrezcáis a Yahveh. (Levítico 23, 38)
De todos los dones que recibáis, reservaréis la reserva de Yahveh; separaréis la parte sagrada de todo lo mejor. (Números 18, 29)
Bien sé, Dios mío, que tú pruebas los corazones y amas la rectitud; por eso te he ofrecido voluntariamente todo esto con rectitud de corazón, y ahora veo con regocijo que tu pueblo, que está aquí, te ofrece espontáneamente tus dones. (I Crónicas 29, 17)
porque es para los hombres un tesoro inagotable y los que lo adquieren se granjean la amistad de Dios recomendados por los dones que les trae la instrucción. (Sabiduría 7, 14)
Concédame Dios hablar según él quiere y concebir pensamientos dignos de sus dones, porque él es quien guía a la Sabiduría y quien dirige a los sabios; (Sabiduría 7, 15)
No digas: «Pondrá él sus ojos en la abundancia de mis dones, cuando se los presente al Dios Altísimo, los aceptará.» (Eclesiástico 7, 9)
En todos tus dones pon tu rostro alegre, con contento consagra los diezmos. (Eclesiástico 35, 8)
Porque será en mi santa montaña, en la alta montaña de Israel - oráculo del Señor Yahveh - donde me servirá toda la casa de Israel, toda ella en esta tierra. Allí los acogeré amorosamente y allí solicitaré vuestras ofrendas y las primicias de vuestros dones, con todas vuestras cosas santas. (Ezequiel 20, 40)
Todos sus ídolos serán machacados, todos sus dones quemados al fuego, todas sus imágenes las dejaré en desolación, porque han sido amontonadas con don de prostituta y a don de prostituta tornarán.» (Miqueas 1, 7)
Entraron en la casa; vieron al niño con María su madre y, postrándose, le adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra. (Mateo 2, 11)
Que los dones y la vocación de Dios son irrevocables. (Romanos 11, 29)
Pero teniendo dones diferentes, según la gracia que nos ha sido dada, si es el don de profecía, ejerzámoslo en la medida de nuestra fe; (Romanos 12, 6)