Löydetty 23 Tulokset: derramar semen

  • Pero ellos se rebelaron contra mí y no quisieron escucharme. Ninguno arrojó los monstruos que seducían sus ojos; ninguno abandonó las basuras de Egipto. Pensé entonces, derramar mi furor sobre ellos y desahogar en ellos mi cólera, en medio del país de Egipto. (Ezequiel 20, 8)

  • Pero la casa de Israel se rebeló contra mí en el desierto; no se condujeron según mis preceptos, rechazaron mis normas por las que vive el hombre, si las pone en práctica, y no hicieron más que profanar mis sábados. Entonces pensé en derramar mi furor sobre ellos en el desierto, para exterminarlos. (Ezequiel 20, 13)

  • Pero los hijos se rebelaron contra mí, no se condujeron según mis preceptos, no guardaron ni pusieron en práctica mis normas, aquéllas por las que vive el hombre, si las pone en práctica, y profanaron mis sábados. Entonces pensé en derramar mi furor sobre ellos y desahogar en ellos mi cólera, en el desierto. (Ezequiel 20, 21)

  • Ahí están dentro de ti los príncipes de Israel, cada uno según su poder, sólo ocupados en derramar sangre. (Ezequiel 22, 6)

  • en ti se acepta soborno para derramar sangre; tomas a usura e interés, explotas a tu prójimo con violencia, y te has olvidado de mí, oráculo del Señor Yahveh. (Ezequiel 22, 12)

  • Y me dijo: Hijo de hombre, así dice el Señor Yahveh: Estas son las disposiciones del altar el día en que sea erigido para ofrecer en él el holocausto y derramar la sangre. (Ezequiel 43, 18)

  • Inclina, Dios mío, tu oído y escucha. Abre tus ojos y mira nuestras ruinas y la ciudad sobre la cual se invoca tu nombre. No, no nos apoyamos en nuestras obras justas para derramar ante ti nuestras súplicas, sino en tus grandes misericordias. (Daniel 9, 18)

  • Los príncipes de Judá son como los que desplazan los linderos, sobre ellos voy a derramar como agua mi furor. (Oseas 5, 10)

  • Por eso, esperadme - oráculo de Yahveh - el día en que me levante como testigo, porque he decidido reunir a las naciones, congregar a los reinos, para derramar sobre vosotros mi enojo, todo el ardor de mi cólera. (Porque por el fuego de mi celo la tierra entera será devorada). (Sofonías 3, 8)

  • Y al derramar ella este ungüento sobre mi cuerpo, en vista de mi sepultura lo ha hecho. (Mateo 26, 12)

  • Ligeros sus pies para derramar sangre; (Romanos 3, 15)


“Cuide de estar sempre em estado de graça.” São Padre Pio de Pietrelcina