Löydetty 50 Tulokset: décima plaga

  • La langosta invadió todo el país de Egipto, y se posó en todo el territorio egipcio, en cantidad tan grande como nunca había habido antes tal plaga de langosta ni la habría después. (Exodo 10, 14)

  • Dijo Yahveh a Moisés: «Todavía traeré una plaga más sobre Faraón y sobre Egipto; tras de lo cual os dejará marchar de aquí y cuando, por fin, os deje salir del país, él mismo os expulsará de aquí. (Exodo 11, 1)

  • La sangre será vuestra señal en las casas donde moráis. Cuando yo vea la sangre pasaré de largo ante vosotros, y no habrá entre vosotros plaga exterminadora cuando yo hiera el país de Egipto. (Exodo 12, 13)

  • El gomor es la décima parte de la medida. (Exodo 16, 36)

  • y con el primer cordero, una décima de medida de flor de harina, amasada con un cuarto de sextario de aceite de oliva molida, y como libación un cuarto de sextario de vino. (Exodo 29, 40)

  • Cuando cuentes el número de los israelitas para hacer su censo, cada uno pagará a Yahveh el rescate por su vida al ser empadronado, para que no haya plaga entre ellos con motivo del empadronamiento. (Exodo 30, 12)

  • Si no le alcanza para dos tórtolas o dos pichones, presentará, como ofrenda suya por haber pecado, una décima de medida de flor de harina como sacrificio por el pecado. No añadirá aceite, ni echará sobre ella incienso, porque es sacrificio por el pecado. (Levítico 5, 11)

  • Esta es la ofrenda que Aarón y sus hijos ofrecerán a Yahveh el día de su unción: una décima de medida de flor de harina, como oblación perpetua, la mitad por la mañana, y la mitad por la tarde. (Levítico 6, 13)

  • Si es pobre y no tiene suficientes recursos, tomará un cordero com sacrificio de reparación, como ofrenda mecida, para hacer expiación por él, y además, como oblación, una décima de flor de harina amasada con aceite, un cuartillo de aceite, (Levítico 14, 21)

  • Todo diezmo de ganado mayor o menor, es decir, cada décima cabeza que pasa bajo el cayado, será cosa sagrada de Yahveh. (Levítico 27, 32)

  • ese hombre llevará a su mujer ante el sacerdote y presentará por ella la ofrenda correspondiente: una décima de medida de harina de cebada. No derramará aceite sobre la ofrenda, ni la pondrá incienso, pues es «oblación de celos», oblación conmemorativa para recordar una falta. (Números 5, 15)

  • Y todavía tenían la carne entre los dientes, todavía la estaban masticando, cuando se encendió la ira de Yahveh contra el pueblo, y lo hirió Yahveh con una plaga muy grande. (Números 11, 33)


“Um dia você verá surgir o infalível triunfo da justiça Divina sobre a injustiça humana”. São Padre Pio de Pietrelcina