Löydetty 12 Tulokset: crédito

  • Dijo Yahveh a Moisés: «Mira: Voy a presentarme a ti en una densa nube para que el pueblo me oiga hablar contigo, y así te dé crédito para siempre.» Y Moisés refirió a Yahveh las palabras del pueblo. (Exodo 19, 9)

  • No daba yo crédito a lo que se decía hasta que he venido y lo he visto con mis propios ojos, y hallo que no dijeron ni la mitad. Tu sabiduría y tu prosperidad superan todo lo que oí decir. (I Reyes 10, 7)

  • No daba yo crédito a lo que se decía, hasta que he venido y lo he visto con mis propios ojos; y encuentro que no se me había contado ni la mitad de la grandeza de tu sabiduría, pues tú superas todo lo que oí decir. (II Crónicas 9, 6)

  • Cuando Jonatán y el pueblo oyeron tales ofrecimientos, no les dieron crédito ni los aceptaron, porque recordaban los graves males que Demetrio había causado a Israel y la opresión tan grande a que les había sometido. (I Macabeos 10, 46)

  • Armó a cada uno de ellos, no tanto con la seguridad de los escudos y las lanzas, como con la confianza de sus buenas palabras. Les refirió además un sueño digno de crédito, una especie de visión, que alegró a todos. (II Macabeos 15, 11)

  • Quien revela los secretos, pierde el crédito, no encontrará jamás amigo íntimo. (Eclesiástico 27, 16)

  • ¿Quién dio crédito a nuestra noticia? Y el brazo de Yahveh ¿a quién se le reveló? (Isaías 53, 1)

  • y le dijeron: «¿Sabes que Baalís, rey de los ammonitas, ha enviado a Ismael, hijo de Netanías, para asesinarte?» Godolías, hijo de Ajicam, no les dio crédito. (Jeremías 40, 14)

  • Mira, te vas a quedar mudo y no podrás hablar hasta el día en que sucedan estas cosas, porque no diste crédito a mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo.» (Lucas 1, 20)

  • para que se cumpliera el oráculo pronunciado por el profeta Isaías: Señor, ¿quién dio crédito a nuestras palabras? Y el brazo del Señor, ¿a quién se le reveló? (Juan 12, 38)

  • Pero el centurión daba más crédito al piloto y al patrón que no a las palabras de Pablo. (Hechos 27, 11)

  • Acerca de la virginidad no tengo precepto del Señor. Doy, no obstante, un consejo, como quien, por la misericordia de Dios, es digno de credito. (I Corintios 7, 25)


“Mesmo a menor transgressão às leis de Deus será levada em conta.” São Padre Pio de Pietrelcina