Löydetty 54 Tulokset: consagrado

  • No tomarán por esposa a una mujer prostituta ni profanada, ni tampoco una mujer repudiada por su marido; pues el sacerdote está consagrado a su Dios. (Levítico 21, 7)

  • Nada de lo que a uno pertenece - hombre, animal o campo de su propiedad - que haya sido consagrado a Yahveh con anatema podrá venderse ni rescatarse. Todo anatema es cosa sacratísima para Yahveh. (Levítico 27, 28)

  • Ningún ser humano consagrado como anatema podrá ser rescatado; deberá morir. (Levítico 27, 29)

  • Todos los días de su nazireato es un consagrado a Yahveh. (Números 6, 8)

  • El día en que Moisés acabó de montar la Morada, la ungió y la consagró con todo su mobiliario, así como el altar con todos sus utensilios. Cuando lo hubo ungido y consagrado, (Números 7, 1)

  • Dijo luego a Coré y a toda su cuadrilla: «Mañana por la mañana hará saber Yahveh quién es el suyo, quién es el consagrado y le dejará acercarse. Al que Yahveh haya elegido le dejará acercarse. (Números 16, 5)

  • ponedles fuego y mañana les echaréis incienso ante Yahveh. Aquel a quien elija Yahveh, será el consagrado; ¡esto ya pasa de la raya, hijos de Leví!» (Números 16, 7)

  • Dijo Yahveh a Aarón: «Yo te doy el servicio de lo que se reserva para mí. Todo lo consagrado por los israelitas te lo doy a tí y a tus hijos, como porción tuya, por decreto perpetuo. (Números 18, 8)

  • Porque tú eres un pueblo consagrado a Yahveh tu Dios; él te ha elegido a ti para que seas el pueblo de su propiedad personal entre todos los pueblos que hay sobre la haz de la tierra. (Deuteronomio 7, 6)

  • Porque tú eres un pueblo consagrado a Yahveh tu Dios, y Yahveh te ha escogido para que seas el pueblo de su propiedad personal entre todos los pueblos que hay sobre la haz de la tierra. (Deuteronomio 14, 2)

  • No comeréis ninguna bestia muerta. Se la darás al forastero que vive en tus ciudades para que él la coma, o bien véndesela a un extranjero. Porque tú eres un pueblo consagrado a Yahveh tu Dios. No cocerás el cabrito en la leche de su madre. (Deuteronomio 14, 21)

  • No sembrarás tu viña con semilla de dos clases, no sea que quede consagrado todo: la semilla que siembres y el fruto de la viña. (Deuteronomio 22, 9)


“Quanto mais te deixares enraizar na santa humildade, tanto mais íntima será a comunicação da tua alma com Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina