Löydetty 546 Tulokset: camino

  • Se ponía ya en camino cuando uno corrió a su encuentro y arodillándose ante él, le preguntó: «Maestro bueno, ¿ qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?» (Marcos 10, 17)

  • Iban de camino subiendo a Jerusalén, y Jesús marchaba delante de ellos; ellos estaban sorprendidos y los que le seguían tenían miedo. Tomó otra vez a los Doce y comenzó a decirles lo que le iba a suceder: (Marcos 10, 32)

  • Llegan a Jericó. Y cuando salía de Jericó, acompañado de sus discípulos y de una gran muchedumbre, el hijo de Timeo (Bartimeo), un mendigo ciego, estaba sentado junto al camino. (Marcos 10, 46)

  • Jesús le dijo: «Vete, tu fe te ha salvado.» Y al instante, recobró la vista y le seguía por el camino. (Marcos 10, 52)

  • Muchos extendieron sus mantos por el camino; otros, follaje cortado de los campos. (Marcos 11, 8)

  • Vienen y le dicen: «Maestro, sabemos que eres veraz y que no te importa por nadie, porque no miras la condición de las personas, sino que enseñas con franqueza el camino de Dios: ¿Es lícito pagar tributo al César o no? ¿Pagamos o dejamos de pagar?» (Marcos 12, 14)

  • Después de esto, se apareció, bajo otra figura, a dos de ellos cuando iban de camino a una aldea. (Marcos 16, 12)

  • a fin de iluminar a los que habitan en tinieblas y sombras de muerte y guiar nuestros pasos por el camino de la paz.» (Lucas 1, 79)

  • Pero creyendo que estaría en la caravana, hicieron un día de camino, y le buscaban entre los parientes y conocidos; (Lucas 2, 44)

  • como está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas; (Lucas 3, 4)

  • Este es de quien está escrito: He aquí que envío mi mensajero delante de ti, que preparará por delante tu camino. (Lucas 7, 27)

  • «Salió un sembrador a sembrar su simiente; y al sembrar, una parte cayó a lo largo del camino, fue pisada, y las aves del cielo se la comieron; (Lucas 8, 5)


“Apóie-se, como faz Nossa Senhora, à cruz de Jesus e nunca lhe faltará conforto”. São Padre Pio de Pietrelcina