Löydetty 354 Tulokset: bases de plata
Vosotros que arrebatasteis mi plata y mi oro, que llevasteis a vuestros templos mis mejores alhajas, (Joel 4, 5)
«Saquead la plata, saquead el oro.» ¡Es un tesoro que no tiene fin, grávido de todos los objetos preciosos! (Nahún 2, 10)
¡Ay de quien dice al madero: «Despierta», «Levántate», a la piedra muda! ¿Da ello algún oráculo? ¡Está, sí, cubierto de oro y plata, pero ni un soplo en su interior! (Habacuc 2, 19)
¡Ululad, habitantes del Mortero, pues ha sido aniquilado todo el pueblo de Canaán, exterminados todos los que pesan plata! (Sofonías 1, 11)
Ni su plata ni su oro podrán salvarlos en el Día de la ira de Yahveh, cuando por el fuego de su celo la tierra entera sea devorada; pues él hará exterminio, ¡y terrorífico!, de todos los habitantes de la tierra. (Sofonías 1, 18)
¡Mía es la plata y mío el oro! oráculo de Yahveh Sebaot. (Ageo 2, 8)
tomas la plata y el oro, haces una corona, la pones en la cabeza del sumo sacerdote Josué, hijo de Yehosadaq, (Zacarías 6, 11)
Se ha construido Tiro una fortaleza, ha amontonado plata como polvo y oro como barro de las calles. (Zacarías 9, 3)
Yo les dije: «Si os parece bien, dadme mi jornal; sino, dejadlo.» Ellos pesaron mi jornal: treinta siclos de plata. (Zacarías 11, 12)
Yahveh me dijo: «¡Echalo al tesoro, esa lindeza de precio en que me han apreciado!» Tomé, pues, los treinta siclos de plata y los eché en la Casa de Yahveh, en el tesoro. (Zacarías 11, 13)
Yo meteré en el fuego este tercio: los purgaré como se purga la plata y los probaré como se prueba el oro. Invocará él mi nombre y yo le responderé; diré: «¡El es mi pueblo!» y él dirá: «¡Yahveh es mi Dios!» (Zacarías 13, 9)
También Judá combatirá en Jerusalén. Y serán reunidas las riquezas de todas las naciones de alrededor: oro, plata y vestidos en cantidad inmensa. (Zacarías 14, 14)