Löydetty 232 Tulokset: amistad de Jonatán

  • Viendo Jonatán que las circunstancias le eran favorables, escogió hombres y los envió a Roma con el fin de confirmar y renovar la amistad con ellos. (I Macabeos 12, 1)

  • Se fueron, pues, a Roma y entrando en el Senado dijeron: «Jonatán, sumo sacerdote, y la nación de los judíos nos han enviado para que se renueve con ellos la amistad y la alianza como antes.» (I Macabeos 12, 3)

  • Esta es la copia de la carta que escribió Jonatán a los espartanos: (I Macabeos 12, 5)

  • «Jonatán, sumo sacerdote, el senado de la nación, los sacerdotes y el resto del pueblo judío saludan a sus hermanos los espartanos. (I Macabeos 12, 6)

  • Onías recibió con honores al embajador y tomó la carta que hablaba claramente de alianza y amistad. (I Macabeos 12, 8)

  • hemos procurado enviaros embajadores para renovar la fraternidad y la amistad con vosotros y evitar que vengamos a seros extraños, pues ha pasado mucho tiempo ya desde que nos enviasteis vuestra embajada. (I Macabeos 12, 10)

  • Hemos, pues, elegido a Numenio, hijo de Antíoco, y a Antípatro, hijo de Jasón, y les hemos enviado a los romanos para renovar la amistad y la alianza que antes teníamos, (I Macabeos 12, 16)

  • Tuvo noticia Jonatán de que los generales de Demetrio habían vuelto con fuerzas mayores que antes con ánimo de atacarle. (I Macabeos 12, 24)

  • Cuando se puso el sol, ordenó Jonatán a los suyos que se mantuviesen despiertos y sobre las armas toda la noche, preparados para entrar en combate, y dispuso avanzadillas alrededor del campamento. (I Macabeos 12, 27)

  • Cuando supieron los enemigos que Jonatán y los suyos estaban preparados para el combate, sintieron miedo y, llenos de pánico, encendieron fogatas por su campamento y se retiraron. (I Macabeos 12, 28)

  • Jonatán y los suyos, como veían brillar las fogatas, no se percataron de su partida hasta el amanecer. (I Macabeos 12, 29)

  • Entonces se lanzó Jonatán en su persecución, pero no les pudo dar alcance porque habían atravesado ya el río Eléuteros. (I Macabeos 12, 30)


“Quanto mais se caminha na vida espiritual, mais se sente a paz que se apossa de nós.” São Padre Pio de Pietrelcina