Löydetty 414 Tulokset: Tenía

  • El fóculo tenía cuatro codos, y por encima del fóculo había cuatro cuernos. (Ezequiel 43, 15)

  • El hombre salió hacia oriente con la cuerda que tenía en la mano, midió mil codos y me hizo atravesar el agua: me llegaba hasta los tobillos. (Ezequiel 47, 3)

  • Daniel, que tenía el propósito de no mancharse compartiendo los manjares del rey y el vino de su mesa, pidió al jefe de los eunucos permiso para no mancharse. (Daniel 1, 8)

  • que tenía hermoso ramaje y abundante fruto, en el que había alimento para todos, bajo el cual se cobijaban las bestias del campo y en cuyas ramas anidaban los pájaros del cielo, (Daniel 4, 18)

  • Después, yo seguía mirando y vi otra bestia como un leopardo con cuatro alas de ave en su dorso; la bestia tenía cuatro cabezas, y se le dio el dominio. (Daniel 7, 6)

  • Después seguí mirando, en mis visiones nocturnas, y vi una cuarta bestia, terrible, espantosa, extraordinariamente fuerte; tenía enormes dientes de hierro; comía, triburaba, y lo sobrante lo pisoteaba con sus patas. Era diferente de las bestias anteriores y tenía diez cuernos. (Daniel 7, 7)

  • Estaba yo observando los cuernos, cuando en esto despuntó entre ellos otro cuerno, pequeño, y tres de los primeros cuernos fueron arrancados delante de él. Tenía este cuerno ojos como los de un hombre, y una boca que decía grandes cosas. (Daniel 7, 8)

  • y acerca de los diez cuernos que había en su cabeza, y del otro cuerno que había despuntado, ante el cual cayeron los tres primeros; y de este cuerno que tenía ojos y una boca que decía grandes cosas, y cuyo aspecto era mayor que el de los otros. (Daniel 7, 20)

  • Levanté los ojos para ver, y vi un carnero que estaba delante de la puerta. Tenía dos cuernos; los dos cuernos eran altos, pero uno más que otro y el más alto había despuntado el último. (Daniel 8, 3)

  • Estaba yo cavilando, y he aquí que un macho cabrío vino de occidente, recorriendo la tierra entera sin tocar el suelo; este macho cabrío tenía un cuerno «magnífico» entre los ojos. (Daniel 8, 5)

  • El que tenía aspecto de hombre me tocó de nuevo y me reanimó. (Daniel 10, 18)

  • Joaquín era muy rico, tenía un jardín contiguo a su casa, y los judíos solían acudir donde él, porque era el más prestigioso de todos. (Daniel 13, 4)


A firmeza de todo o edifício depende da fundação e do teto! São Padre Pio de Pietrelcina